Los paisajes de la Cuenca Minera de Riotinto y Nerva se muestran con todo su colorido y esplendor en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla hasta el próximo 15 de mayo gracias a la experiencia pedagógica de cooperación de dos asignaturas de la especialidad de pintura en la práctica docente activa y de compromiso social en la que participaron un centenar de alumnos de cuarto y quinto de carrera.
La profesora y comisaria de la exposición, Carmen Andréu destaca la coloración general del territorio como consecuencia de su composición mineral que los alumnos han sabido captar e interpretar de diferentes formas y técnicas en sus obras. “Esperamos que las pinturas que se muestran en esta exposición constituyan un instrumento que permita acercarnos a los valores de estos territorios y comprender simbólicamente la memoria que guardan sus paisajes”, desea.
La exposición la componen una selección de 42 obras elegidas de entre el centenar de alumnos que participaron en el proyecto originariamente, como son los casos del catalán, Oriol Borrell; la nervense, Ángela Arias y el sevillano de Osuna, Ildefonso Cecilia, que destacan el paisaje multicolor que ofrece la Cuenca Minera de Riotinto cual paleta de pintor.
Para Andreu, los símbolos de la Comarca, como la Corta Atalaya o la Peña de Hierro, muestran unas imágenes literalmente increíbles, como fruto del pulso de la naturaleza y el artificio de la geometría y las irregularidades del territorio. “Igual de espectaculares por su tamaño y diversidad cromática se muestran las escombreras de mineral”, comenta.
Sobre la infinitud de matices rojos dominantes en el territorio, la profesora de arte destaca las represas de las masas hídricas, creadas y utilizadas por la minería que, “se tiñen de colores imposibles, se alojan en los huecos y se distribuyen y bañan estos paisajes con formas diversas, asociadas a la función que les asigna la actividad minera”.
Por último, los elementos de la infraestructura minero ferroviaria diseminados por todo el territorio aportan carácter a estos paisajes. “Como miembros de una sociedad que ha convertido la imagen en su nuevo territorio, entendemos la necesidad de mantener la relación con nuestro entorno físico diferenciado, mostrando su belleza y reivindicando su importancia para completarnos como personas y como pueblo”, comenta.
Las pinturas que forman parte de esta muestra dan a conocer, a través del arte, los valores de estos paisajes. Según Andreu, el artista siente la necesidad de utilizar materiales sencillos para rastrear los nexos más profundos entre el ser y su medio. “Desde esta perspectiva, esperamos que las pinturas que se muestran en esta exposición constituyan un instrumento que permitan acercarnos a los valores de estos territorios y comprender simbólicamente la memoria que guardan sus paisajes.
Para Manuel Caro, otro de los profesores-comisarios de la exposición, hoy en día, el paisaje ha cobrado interés para multitud de disciplinas y se ha convertido en un foco de atención de estudiosos y observadores, “pero esto es lo que lleva haciendo el artista desde hace muchos años, tratando de dar sentido a esos paisajes, estableciendo un diálogo con la obra, atento a la realidad de esta y dando lo que en cada momento le pide”.
“De camino hacia las minas de Riotinto”, confiesa Caro, “me llamó mucho la atención un panel informativo a pie de carretera que definía aquellos territorios como Paisaje hecho a mano y efectivamente de esa manera lo percibí, preguntándome, quién se puede quedar indiferente ante tal contemplación. Nuestros alumnos, poseedores de la incomprendida sensibilidad artística reaccionaron y así lo mostraron”, concluye.
La profesora y comisaria de la exposición, Carmen Andréu destaca la coloración general del territorio como consecuencia de su composición mineral que los alumnos han sabido captar e interpretar de diferentes formas y técnicas en sus obras. “Esperamos que las pinturas que se muestran en esta exposición constituyan un instrumento que permita acercarnos a los valores de estos territorios y comprender simbólicamente la memoria que guardan sus paisajes”, desea.
La exposición la componen una selección de 42 obras elegidas de entre el centenar de alumnos que participaron en el proyecto originariamente, como son los casos del catalán, Oriol Borrell; la nervense, Ángela Arias y el sevillano de Osuna, Ildefonso Cecilia, que destacan el paisaje multicolor que ofrece la Cuenca Minera de Riotinto cual paleta de pintor.
Para Andreu, los símbolos de la Comarca, como la Corta Atalaya o la Peña de Hierro, muestran unas imágenes literalmente increíbles, como fruto del pulso de la naturaleza y el artificio de la geometría y las irregularidades del territorio. “Igual de espectaculares por su tamaño y diversidad cromática se muestran las escombreras de mineral”, comenta.
Sobre la infinitud de matices rojos dominantes en el territorio, la profesora de arte destaca las represas de las masas hídricas, creadas y utilizadas por la minería que, “se tiñen de colores imposibles, se alojan en los huecos y se distribuyen y bañan estos paisajes con formas diversas, asociadas a la función que les asigna la actividad minera”.
Por último, los elementos de la infraestructura minero ferroviaria diseminados por todo el territorio aportan carácter a estos paisajes. “Como miembros de una sociedad que ha convertido la imagen en su nuevo territorio, entendemos la necesidad de mantener la relación con nuestro entorno físico diferenciado, mostrando su belleza y reivindicando su importancia para completarnos como personas y como pueblo”, comenta.
Las pinturas que forman parte de esta muestra dan a conocer, a través del arte, los valores de estos paisajes. Según Andreu, el artista siente la necesidad de utilizar materiales sencillos para rastrear los nexos más profundos entre el ser y su medio. “Desde esta perspectiva, esperamos que las pinturas que se muestran en esta exposición constituyan un instrumento que permitan acercarnos a los valores de estos territorios y comprender simbólicamente la memoria que guardan sus paisajes.
Para Manuel Caro, otro de los profesores-comisarios de la exposición, hoy en día, el paisaje ha cobrado interés para multitud de disciplinas y se ha convertido en un foco de atención de estudiosos y observadores, “pero esto es lo que lleva haciendo el artista desde hace muchos años, tratando de dar sentido a esos paisajes, estableciendo un diálogo con la obra, atento a la realidad de esta y dando lo que en cada momento le pide”.
“De camino hacia las minas de Riotinto”, confiesa Caro, “me llamó mucho la atención un panel informativo a pie de carretera que definía aquellos territorios como Paisaje hecho a mano y efectivamente de esa manera lo percibí, preguntándome, quién se puede quedar indiferente ante tal contemplación. Nuestros alumnos, poseedores de la incomprendida sensibilidad artística reaccionaron y así lo mostraron”, concluye.
1 comentarios:
Muy buena exposición, si pasáis por Sevilla os recomiendo visitarla.
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