Entrevista a Nuria Hernández Clavijo

PUBLICADO EN H.I.

"El Ayuntamiento no puede aguantar más, necesita realidades inmediatas"

Aunque IU consiguió 100 votos más que el PSOE en las últimas elecciones municipales celebradas en Riotinto, la candidata socialista Nuria Hernández logró arrebatarle la Alcaldía a la coalición, al alcanzar un acuerdo de gobierno con el único concejal andalucista en la Corporación. Desde entonces, dirige un Ayuntamiento que arrastra desde hace ya bastantes años una situación económica crítica.

-¿Para usted, cuál es la causa principal de esta crisis financiera?

-El Ayuntamiento de Riotinto no se encuentra así porque haya tenido una mala gestión. Lo que ocurre es que no tenemos ingresos desde que se cerraron las instalaciones mineras y prácticamente todo lo que entra en la actualidad se destina al pago de las nóminas de los trabajadores municipales. Aquí todo dependía de la mina y el Ayuntamiento, como tal, no existía porque la empresa era la que arreglaba los baches y la que pagaba el agua, la luz...

-¿Qué gestiones está usted realizando para salir a flote?

-No dejo de moverme y de llamar a todas las puertas para pedir colaboración. Si seguimos adelante es gracias a las ayudas y a los adelantos extraordinarios que recibimos de la Diputación, a las subvenciones puntuales que nos concede la Junta y, a veces, a los ingresos que recibimos desde el propio Estado. En estos momentos, estamos realizando un estudio económico que pretendemos presentarlo ante la administración autonómica, porque somos el único Ayuntamiento de la provincia que nos encontramos en este estado tan delicado.

-¿Podría usted concretar la deuda?

-No puedo dar cifras exactas porque estamos realizando ese estudio económico y aún no está concluido, pero debemos mucho dinero a la Seguridad Social y también a numerosos proveedores.

-¿Hasta cuándo cree usted que pueden seguir así?

-No lo sé, pero espero que se arregle pronto porque así no podemos aguantar mucho más tiempo. Hasta ahora todo está dependiendo de las distintas bombas de oxígeno que nos están llegando a último de mes, pero puede ocurrir que el depósito no se pueda llenar más y entonces nos asfixiaremos.

-¿Con este handicap económico debe resultar bastante complicado centrarse en la gestión municipal?

-Así es difícil gestionar el Ayuntamiento, pero bueno siempre vamos buscando un poco más allá y estudiando las distintas posibilidades y alternativas que se nos plantean. Yo soy optimista, y pienso que si con Riotinto la administración adoptara la decisión que necesitamos con urgencia, que no es otra que el mantenernos durante un año -porque no creo que sea necesario más tiempo- el pago de las nóminas de los más de sesenta trabajadores, este Ayuntamiento sería capaz de salir a flote.

-¿Usted estará deseando que se reinicie la actividad minera?

-Deseando tampoco, aunque reconozco que al Ayuntamiento le vendría muy bien su reapertura porque nos pagarían el IAE y parte de los IBIs que nos adeudan. No obstante, siempre me mostraré en contra si las administraciones vuelven a subvencionar a la minera como la única actividad empresarial que existe en la Cuenca Minera, sobre todo porque debido a la minería estamos como estamos. Es cierto que la mina ha dado muchos periodos de riquezas a la zona, pero su cierre afectó de forma negativa a todos los pueblos de la comarca. Prefiero que se invierta en el sector industrial a nivel general y que la mina sea una empresa más, sin miramientos especiales. Y si se tiene que abrir, que le pidan todos los avales necesarios para que el día de mañana si vuelve a cerrar no tengamos que pasar por los mismos derroteros actuales.

-Pero desde las distintas administraciones se ha invertido mucho dinero en la zona para promover la reindustrialización. Sin embargo, a pesar de este apoyo no se ha producido esa diversificación. ¿Por qué?

-Sí, aquí ha llegado mucho dinero, pero se ha dirigido casi de forma exclusiva a la mina. También es cierto que durante el periodo comprendido entre 1982 y 1990, más o menos, se inició un periodo en el que se crearon pequeñas empresas en el municipio que podían haber sido más si hubiera existido algo más de empuje por parte de las administraciones. A pesar de ello, lo que ocurre es que en Riotinto no tenemos mentalidad emprendedora y seguimos enganchados a lo que es el monocultivo minero; incluso aquí hay mucha gente que piensa que es mejor trabajar en la mina que recogiendo naranjas o en cualquier empresa pequeña, y precisamente esa mentalidad es la que tenemos que combatir porque de lo contrario estamos abocados otra vez al fracaso.

-Aunque el panorama que usted está pintado es algo negro, tendrá que reconocer que si la actividad minera se recupera todo cambiará de color...

-Te pinto la realidad tal y como yo la veo en estos momentos, aunque no creo que sea la misma que se pueda ver en futuro próximo porque además de la posible puesta en marcha de la mina estamos trabajando para desarrollar un macropolígono industrial a nivel comarcal.

-¿A usted le gustaría que este complejo industrial se instalara en su término municipal?

-Es cierto que desde hace unos 20 años se ha ofrecido a la Mancomunidad 'Cuenca Minera' un terreno que se encuentra próximo a Zarandas. Pero no soy localista, si tiene que ser ese sitio que sea y si no, no me importa, porque lo importante es que tanto la gestión como los recursos tendrán un ámbito comarcal.

-Sin embargo, algunos políticos han comentado que la ubicación exacta del polígono no se decidirá hasta que no se conozcan los trazados concretos de los desdobles en la N-435 y en la A-465...

-Eso es una barbaridad, porque lo que yo quiero es que se haga ya, nosotros no podemos esperar más. Algunos pueblos que cuentan con una situación económica mejor sí podrían esperar la realización de algún que otro estudio, pero Riotinto lo que quiere son realidades inmediatas.

-¿Y lo de los desdobles no le parece a usted una utopía?

-Soy optimista y sé que ambos proyectos se realizarán, además a la vez. Lo que ocurre es que no podemos esperar ocho años, hasta que se terminen, para comenzar a beneficiarnos a nivel socio-económico de estas autovías. Se deben construir en menos tiempo.

"A nivel turístico, Riotinto sigue siendo el gran desconocido"

-Usted ostenta el cargo de vicepresidenta de la Mancomunidad de Municipios 'Cuenca Minera', ¿qué puede aportar este ente supramunicipal a la comarca?-

Esto es una espiral, si los pueblos más grandes de la comarca, como son Minas de Riotinto y Nerva, no cumplen con sus obligaciones económicas, resulta que la deuda acumulada se va engordando con el tiempo y así, sin poder hacer frente a los pagos, es muy difícil que ningún presidente pueda gestionar este organismo.

-¿Por qué no afrontáis los pagos?-

El Ayuntamiento de Riotinto no paga toda la cuota que debe porque es imposible, aunque aportamos todos los meses la cantidad que podemos. Por su parte, Nerva nunca ha cumplido con sus obligaciones con la Mancomunidad. Ahora mismo la viabilidad de esta institución depende de que todos los ayuntamientos de la Cuenca podamos hacer frente a las mensualidades estipuladas.

-¿A qué se debe esta sensación de precariedad que se respira en la comarca minera?-

La Cuenca ha sido muy rica y nos hemos mantenido en unos niveles que cuando la mayoría de las personas cobraban 100.000 pesetas, los mineros tenían nóminas de más de 200.000, y, claro, se consideraban los reyes del mambo. Se escuchó tantas veces el cuento de que viene el lobo que nadie, ninguna administración, previó de forma adecuada y con antelación este declive. Como era un sector de riquezas, que venía todo el mundo a llevarse el cobre, no se invirtió en carreteras ni en nada para contrarrestar ese posible futuro que nadie quería ver. Pero ese futuro se ha convertido en presente: que la mina está cerrada y que los ciudadanos están intentando buscarse la vida de la mejor manera.

-¿La alternativa turística no se contempla?-

Si, pero es un sector que avanza de forma lenta. En la actualidad, según los datos aportados por la Fundación Río Tinto, recibimos una media de 70.000 visitas al año.

-¿De alguna forma, la presencia de tantos turistas debe repercutir en el pueblo?-

No, porque son paquetes muy cerrados y porque la realidad es que se quedan muy pocas personas a pernoctar en el municipio. Es más, el Ayuntamiento no obtienen ningún tipo de beneficios de estas visitas turísticas.

-¿Y cómo es que no existe una línea de colaboración entre el Ayuntamiento y la Fundación?-

Esa es la pregunta del millón. Desde que asumí el cargo de alcaldesa ya he mantenido algunas reuniones con los responsables de esta institución y estamos intentando alcanzar algún tipo de acuerdo para que podamos participar en alguna actividad. El Ayuntamiento no tiene ninguna representación en el consejo general de la Fundación, cuando su sede y sus principales activos se encuentran en este municipio, lo cual me parece una pasada.

-¿Qué propone usted en este apartado?-

En Riotinto quedan muchas cosas que ver, ya sea a través de la Fundación Río Tinto o creando un patronato comarcal o local al objeto de sacar rendimiento a la minería y a todo lo relacionado con esta actividad, porque, nos guste o no, somos mineros. Toda nuestra herencia es minera y todos los que nos visitan vienen precisamente a ver todo lo vinculado con la minería, como la corta Atalaya, o con el valioso patrimonio que nos dejaron los ingleses durante su estancia por este pueblo. Desde mi punto de vista, quedan muchas posibilidades por realizar a nivel turístico, porque Riotinto es el gran desconocido, es un diamante en bruto.

-¿A nivel urbanístico, en qué situación se encuentra la población?-

Nuestra intención es retomar el Plan General de Ordenación Urbana. Pero como este proceso es a largo plazo, ha salido una alternativa que posibilita el adaptar las actuales Normas Subsidiarias a la nueva reglamentación urbanística. En estos momentos tenemos aprobado el avance de esta adaptación, que posteriormente se incluirá en el PGOU definitivo. Es adelantar el proceso y según los cálculos, en dos años podemos tener todo el plan terminado.

-¿Qué supondrá al municipio?-

Riqueza, beneficios y, sobre todo, crecimiento a nivel municipal, del pueblo y de los propios ciudadanos. Cuando se apruebe esta adaptación tanto nosotros, como Ayuntamiento, como los empresarios que pretenden invertir en el pueblo, como Rumbo 5.0 -que tiene el 40 por ciento de nuestro término- podremos empezar a respirar.