EXTRAIDO DE www.nerva.es/INFORMA: Juan A. Hipólito
Las trabajadoras de Microssant Nerva continúan con la huelga indefinida iniciada el pasado lunes como medida de presión para cobrar los salarios de agosto y septiembre que les adeudan, así como el finiquito correspondiente a las trabajadoras despedidas en marzo, que la empresa se comprometió a pagar tras la resolución del último conflicto laboral.
No han pasado ni seis meses cuando la historia vuelve a repetirse, aunque esta vez la negociación mantenida en el seno del SERCLA, Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía, no ha dado los frutos esperados. El empresario llegó a ofrecer el abono del 80 % de las nóminas de agosto y las empleadas exigen el pago íntegro de todas las nóminas pendientes.
Las trabajadoras anunciaron un endurecimiento de sus acciones tras el fiasco de las negociaciones mantenidas en Huelva. Por lo pronto, ayer se concentraron a las puertas del consistorio municipal donde requirieron la mediación del alcalde de Nerva, Domingo Domínguez, quien ya intervino con éxito en el anterior conflicto, aunque el primer edil anuncia que, esta vez, la situación es diferente porque ya no hay más subvenciones pendientes de pagar.
Las empleadas están cansadas de que una y otra vez se repita la misma historia y no entienden como tras conseguir una buena marcha de producción y después de recibir las ayudas económicas pendientes de cobro de la Junta de Andalucía por importe de 100.000 euros y la apertura de una línea de descuento en una entidad financiera el empresario argumenta el impago de las nóminas con un lacónico “no tengo dinero”.
El gerente de la empresa, Carlos Vandellós vivió ayer uno de los momentos más difíciles como empresario desde que se instaló en Nerva hace cuatro años. “Lo siento, pero si no tengo dinero no puedo pagar”, se lamentaba mientras un operario de Sevillana-Endesa procedía al corte del suministro eléctrico en su empresa por impago, “así que supongo que si no encontramos una pronta solución esto se acaba”, dijo.
Las trabajadoras denuncian que esta situación ya se veía venir porque lleva repitiéndose desde que la empresa abrió sus puertas al amparo de las subvenciones otorgadas por la administración regional, aunque están dispuestas a volver al trabajo, mañana mismo, siempre y cuando se les abone sus salarios. “Se acabaron las subvenciones, se acabó la empresa”, se podía leer en una de las pancartas ubicadas en la fachada de la empresa.
La empresa Minicrossant, de procedencia catalana, trasladó su producción hasta la localidad minera hace unos años al amparo de las subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía para nuevos emprendedores. Al igual que la empresa dedicada a la pastelería industrial, en la que sólo trabajan mujeres, hicieron otras dedicadas a los transformados metálicos, que resultó un fiasco, y la Residencia Geriátrica María de la Paz, que parece la única en mantenerse estable.
MICROSSANT NERVA ABOCADA AL CIERRE
jueves, 2 de octubre de 2008Publicado por jepane en 13:30
Etiquetas: actualidad
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