TEXTO Y FOTOS DE CARLOS ROJAS
Uno de los días de mi paso diario hacia mi lugar de trabajo, me sorprendió esta imagen. Me paré a saludar a los operarios que extraían la escoria para la nueva carretera de Riotinto a Nerva.
Despertó tanto mi curiosidad que les pregunté si no observaban parecido a una cara humana aparecida en sus excavaciones. Con dudas me respondieron afirmativamente, pero no se habían dado cuenta debido a la cercanía del tajo.
Al siguiente día me llevé mi cámara y busqué el ángulo idóneo para fotografiar la imagen, que en pocos días desaparecería.
Como se puede observar, se trata de los escoriales de la antigua fundición.
En muchas ocasiones, al repasar el álbum donde la guardo, he reflexionado sobre la fuerza de la naturaleza y me he preguntado, ¿Será esta aparición un signo de protesta, pidiendo justicia por los muchos secretos de violaciones humanas a lo largo de la historia de nuestra tierra, convertidos en cenizas y que guardan esos escoriales?
Esta imagen jamás podremos recuperarla y los muchos secretos que representa tampoco serán desvelados, pero gracia a las nuevas técnicas, me siento con la satisfacción de ponerla a vuestro alcance para que reflexionéis sobre otra de las deudas históricas de las que jamás se le ha hecho justicia.
C. Rojas
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