PROGRAMA DETENCIÓN PRECOZ SORDERA

martes, 12 de mayo de 2009

EDITADO EN www.nerva.es

Los bebés que nacen en el Hospital de Riotinto se benefician del Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia Infantil, una prueba que tiene como objetivo detectar, lo antes posible, los posibles problemas de audición que puedan presentar los recién nacidos e iniciar así la estimulación auditiva temprana aumentando sus posibilidades de desarrollo intelectual y psicológico.

Este programa de carácter preventivo, en marcha en el centro desde el año pasado, permite diagnosticar la sordera congénita en los primeros meses de vida del menor, lo que facilita una adecuada intervención terapéutica y un seguimiento constante durante los dos primeros años. La detección precoz resulta básica para la maduración de la vía auditiva, toda vez que evita el deterioro de ésta ante la falta de estímulos acústicos, a la vez que favorece el buen desarrollo lingüístico, cognitivo, social y emocional del menor.

La prueba que se lleva a cabo es un procedimiento sencillo e indoloro que no ocasiona ningún tipo de molestia al niño. En concreto, consiste en la emisión de un sonido determinado (otoemisiones acústicas) a través de un auricular colocado en el oído del bebé. En caso de no producirse efecto alguno en el menor, el niño es derivado a la consulta de Otorrinolaringología para la realización de nuevas pruebas (potenciales evocados auditivos) con la finalidad de descartar completamente cualquier problema de audición.

Si finalmente se comprueba la existencia de hipoacusia, se procede a la aplicación del tratamiento más adecuado para la resolución del déficit auditivo, que pasa en un 95% de los casos por la colocación de audífonos en los oídos del niño, la implantación de prótesis cocleares o la terapia de rehabilitación específica. Los 498 bebés que nacieron el año pasado en el centro se beneficiaron ya de esta prueba.

Según los responsables del servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Riotinto, que son los encargados de realizar el programa, su importancia radica en la especial dificultad existente para diagnosticar la sordera por la ausencia de síntomas en el niño hasta los dos o tres años, momento en el que comienzan a apreciarse perturbaciones en el desarrollo del habla. Por ello, sólo una detección temprana del problema permite aumentar las posibilidades de rehabilitación y adquisición del lenguaje interior o lenguaje sentido, que se produce entre los dos y tres años de vida.

La incidencia de la hipoacusia infantil de carácter moderado se cifra, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en tres de cada mil recién nacidos y de uno por mil en caso de afecciones severas, mientras que los principales factores de riesgo están relacionados con la herencia genética, las malformaciones congénitas, presentar bajo peso al nacer y las infecciones perinatales, entre otras.

El Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia Infantil, impulsado por la Consejería de Salud en todos los hospitales andaluces, se enmarca en la línea de trabajo relacionada con la atención perinatal incluida en el III Plan Andaluz de Salud, así como en el desarrollo de estrategias de prevención de la discapacidad.

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