Arde el pozo Alicia y perecen, por asfixia, seis jefes ingleses y dos mineros. (Año 1913 4ª Parte)

domingo, 23 de agosto de 2009

PUBLICADO EN HUELVA INFORMACION POR D. JOSE LUIS DOMINGUEZ (Viernes 19 de Mayo de 2000)
Para llegar a la huelga general se registraron previamente huelgas en casi todos los departamentos siendo la que más daño hacía a la compañía la de los maquinistas y guarda frenos por paralizar por completo el envío de mineral a Huelva.
De éstas hay que destacar la que los obreros pedían el despido de dos capataces de Tráfico Mina que se distinguían por el trato grosero que tenían hacia los trabajadores, con el agravante de que cobraban dinero del personal por los ascensos, según denuncias hechas al sindicato.
La compañía les dice que bueno, que a estos capataces se les incoaría expediente y serían separados del servicio mientras se resolvían é stos.
Y cuando los trabajadores se incorporan al trabajo ‘tararí, que te ví, los capataces estaban allí’ y los obreros se van de nuevo a casa.

A partir de aquí fueron parando sucesivamente todos los departamentos de la mina hasta que llegó al de Higiene, que afectó de forma muy grave para la salud pú blica de nuestro pueblo, cuyos trabajadores se niegan a vaciar los depósitos de heces y orines, que al no tener las casas agua corriente, la compañía había situado estratégicamente en las calles del pueblo y donde las mujeres iban diariamente a depositar los cubos junto con la basura doméstica y se extiende también, como no, con más dureza aún al barrio inglés de Bella Vista de Riotinto, donde también holgó en solidaridad el servicio doméstico empleado en la barriada inglesa.

Uno de los depósitos de basura conocidos como ‘el carro’.

Problemas al gobernador

Esto le acarrea un problema al propio gobernador civil que ha de resolverlo, por las emanaciones de las materias fecales que invade al pueblo, con grave peligro de que se produzcan epidemias.
Y la huelga se completa el día 19 de octubre al incorporarse a ella los empleados de las estaciones del ferrocarril, lo que obliga a que todos los trenes sean servidos por personal del Ejé rcito.
El día 2 de noviembre daba cuenta ‘La Provincia’ del incendio del Pozo Alicia ocurrido por la noche en Riotinto, dándose la triste circunstancias de que al querer inspeccionarlo penetraron en el mismo, el segundo jefe Mr.R.Bach, acompañado de los ayudantes Edwin Wilson, George Wilson, Jhon Gilbert y los obreros Lucas Millán, de Zalamea la Real y Luís Márquez, de Sanlúcar de Guadiana.
“Como extrañara la tardanza en salir del pozo el citado personal, el jefe de escalas y sondeos Mr.F.W.Drewett bajó también al pozo en unión de los señores Anderson, Wilson y Timmis. El incendio, los desperfectos en los ventiladores y los gases, habían producido una atmósfera mortífera que hizo caer a tierra al Sr.Drewett que dirigía el salvamento; los otros señores avan-zaron a socorrer a sus jefes, siendo también atacados de asfixia.
El Sr.Drewett, juntamente con los cinco jefes y los obreros quedaron allí sin vida, pudiendo ser extraídos en grave estado los tres señores que acompañaron al Sr.Drewett.
Según noticias de última hora el incendio sigue su marcha destructora, siendo ya muchos los daños que está causando”.
A mediados de noviembre se anuncia que la compañía minera había accedido, de acuerdo con una de las peticiones, colocar a todos los obreros despedidos, excepto que lo hayan sido por faltas graves o delitos.
Admitir a 4.000 obreros
Ahora bien, como el estado en que han quedado las instalaciones a consecuencia del paro, no es posible que entre a trabajar todos los obreros a la vez y se admitirán por de pronto a 4.000 obreros; dentro de unos días entrarán otros 4.000 y seguidamente se organizarán los trabajos con tal actividad que para el 1 de enero o antes, a ser posible, tengan ocupación todos los huelguistas.
Esto es interpretado como un triunfo del sindicato y Egocheaga es aclamado por el pueblo de Riotinto, donde entra triunfante montado en burro y se dirige a la fonda de la Elisa en olor de multitud.

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