Juan Cobos Wilkins

miércoles, 21 de octubre de 2009

JUAN Cobos Wilkins llega con su mar invisible, con esa placidez de la mirada que ha reconocido sus pasos anteriores. Todo escritor tiene una biografía a sus espaldas, una definición de lo que observa auscultado a través de los sentidos, de un conocimiento en lo palpable. En Juan Cobos Wilkins, su doble o triple naturaleza de escritor, como poeta y como ensayista, y también como novelista, se ha ido diseminando en la pericia de todos los caudales expresivos. Esta tarde estará en Córdoba, frente al Ayuntamiento, en la Delegación de Cultura, para exponer el corazón de su obra en marcha. Para alguien que ha titulado su primera y exitosa novela El corazón de la tierra, ese yacimiento de Ríotinto, hablar del corazón de su escritura tiene algo de revelación bien sostenida, algo de maestría que se conoce y puede ser explicada palmo a palmo, como se reconoce el recorrido de casa por la noche cuando todas las luces se encuentran apagadas. Escribir tiene algo de andar a tientas en esa oscuridad, de tratar de encontrar los recorridos que pueden parecernos familiares y en realidad no lo son, o quizá sí, de manera que vamos discurriendo entre la realidad y la fabulación, entre el propio misterio personal, incluso los momentos que negamos, y el descubrimiento de una luz.

Juan Cobos Wilkins ha desmenuzado ya esa luz en libros de poemas como Llama de clausura y Escritura o paraíso: eso es exactamente la escritura, llama o paraíso, el paraíso al fin de no escribir y un descendimiento a lo profundo de una voz encendida; también, claro, la escritura como paraíso, como una alteridad que nos provoca andar por territorios escondidos que pueden resultar una suerte extraña de Edén particular. Ahora, muy recientemente, ha publicado en la colección Vandalia de la Fundación José Manuel Lara su último libro de poemas, titulado Biografía impura, que es una afirmación y un reconocimiento ante el espejo de la individualidad de hoy: no tanto de quienes fuimos ni de lo que soñamos haber sido, sino de lo que somos ahora mismo. Con un poco de suerte, Juan Cobos Wilkins leerá esta tarde en la Delegación de Cultura de la Junta alguno de los nuevos poemas de este libro, muy esperado después de varios años de silencio poético, dedicado mientras no sólo a su ensayo Huelva británica, sino también a las novelas. Todo en Juan Cobos Wilkins es una elegancia del espíritu y una escueta finura personal, una delicadeza en la expresión que impregna por igual todos los escritores que hay en él. Novelista con muchas vidas dentro, poeta de lo mínimo ascendente, hoy visita Córdoba para hablar de esa artesanía del oficio entendida así como argamasa del destello genial. Llega a través del mar invisible y exacto, y tocado por esa rara gracia de los escritores verdaderos.

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