Visión de San Pedro Nolasco
Pintado: 1629.
TAMAÑO ORIGINAL: 170 x 223 cm.
Esta Visión de Zurbarán ejemplifica, como pocos lienzos, la dificultad que debe superar el pintor para aunar la idea que inspira el cuadro y la técnica con la que se ejecuta. Sirvan de ejemplo tres errores: la perspectiva en la que coloca la mesa y la silla, la falta de expresividad de San Pedro Nolasco y la carencia de sentimientos celestiales en el ángel. Tampoco acierta el pintor con la representación de la ciudad de Jerusalén, que aparece en el ángulo izquierdo superior de la tela. Sin embargo, la capacidad para captar la realidad visible y el desarrollo del Naturalismo, que extiende sus raíces en Caravaggio, son cualidades palpables del pintor.
Consuelo López
Lda. en Filología Hispánica
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