Es considerado en España un genio, un mito del fútbol. Además de ser el jugador español más conocido internacionalmente en el último cuarto de siglo, ayudó a cambiar el concepto que se tenía sobre este deporte en su país. Se despidió como jugador en 1998 y en la actualidad se desempeña como Director General Deportivo del Real Madrid
Un fantástico goleador
Emilio Butragueño es considerado en España un genio, un mito del fútbol. Además de ser el jugador español más conocido internacionalmente en el último cuarto de siglo, ayudó a cambiar el concepto que se tenía sobre este deporte en su país. Nació en Madrid, el 22 de julio de 1963. Fue el segundo hijo del matrimonio formado por Emilio Butragueño Benavente y Pilar Santos álvarez. Al día siguiente de su aparición en este mundo, el padre -socio veterano del club- lo inscribió como socio del Real Madrid.
Es así como desde muy pequeño se sintió atraído por el fútbol, deporte que luego practicó en el colegio. A los dieciocho años jugaba en un equipo de Tercera División y en poco tiempo fue fichado por el Castilla, por lo que ascendió a segunda división. En 1984 lo llamó el Real Madrid, para jugar con la Primera División, que en ese entonces tenía a Alfredo Di Stefano como entrenador.
él, junto otros jugadores -Sanchís, Michel, Pardeza y Martín Vázquez- formó la denominada "Quinta del Buitre", una de las generaciones más brillantes de su fútbol. A partir de ese momento su presencia en los partidos del Real Madrid y con la selección Nacional se convirtió en todo un espectáculo futbolístico. Jugando contra Gales logró que España se clasificara para el mundial de México de 1986.
Tenía una enorme capacidad como goleador, ya que superó a Di Stefano (que entonces tenía el récord) con 26 goles en 69 partidos. Por otra parte, en la mayoría de las ocasiones facilitaba a sus compañeros los goles. Junto con Hugo Sánchez formó una de las parejas más espectaculares, que era temida por sus adversarios.
En el Real Madrid permaneció doce temporadas y consiguió cinco Ligas consecutivas (1986 a 1990), dos Copas del Rey, dos Supercopas y dos Copas de la UEFA (1985 y 86). En la Liga marcó 123 goles, logrando ser máximo goleador en la temporada 90-91
Sin embargo, a partir de 1992 algunas lesiones hicieron que su capacidad como goleador vaya disminuyendo. A mediados de la década de los 90 Raúl se convirtió en la nueva promesa del equipo y Butragueño se retiró del equipo.
Emilio se despidió del Real Madrid el 15 de junio de 1995, en un partido-homenaje, ante la Roma. A pesar de lo doloroso de la situación, este gran jugador se fue con palabras de agradecimiento a una Institución a la que amó profundamente, tanto como jugador como espectador. De ahí se fue al fútbol mexicano, más concretamente al Atlético Celaya, en el cual jugó durante tres años.
El 18 de abril de 1998 se despidió de forma definitiva del fútbol, en un partido homenaje realizado en México. Posteriormente marchó a Estados Unidos, donde durante un año cursó un master en Gestión Deportiva. A su regreso a España fue requerido por el entonces secretario de Estado para el Deporte, Francisco Villar, para ocupar el puesto de asesor del secretario, sustituyendo en el cargo al ex atleta Colomán Trabado.
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