Los lictores llevan a Bruto los cadáveres de sus hijos

domingo, 9 de mayo de 2010


óleo sobre tela, 3,23 x 4,22, París, Museo del Louvre.


“Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos” es un cuadro que terminó unos pocos meses antes de la Revolución Francesa, 1789, la presentó en el Salón de París ese mismo año, ya en una Francia republicana.

Aquí se ven las casualidades de la vida, con esas imágenes que pueden interpretarse de diferentes formas, dándole la lectura más conveniente a los propias posturas sociales o políticas. El cuadro refleja el momento cuando al tribuno romano Bruto le entregan los cuerpos de sus hijos sin vida, Bruto mandó matarlos para aplacar la insurrección que trató de implantar nuevamente la Monarquía Romana. Este tema es algo sin igual como símbolo republicano, en una Francia ávida de referentes anti monárquicos.

Con estas “casualidades” en su curriculum David logró quedar dentro del circulo revolucionario como miembro del “Club Jacobino”, Club que en sus inicios estaba a favor de una Monarquía constitucional para luego, después del intento de huida de Luís XVI, sumergir a Francia en el “Reinado del Terror” en 1791.


Como siguiente pintura, David ejecutó Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos. La obra resultaba muy atractiva para la época. Antes de la apertura del Salón, había comenzado la Revolución Francesa. Se había establecido la Asamblea Nacional y había caído la Bastilla. La corte real no quería propaganda agitando al pueblo, así que había que comprobar todas las obras antes de que se colgaran. Algunos retratos de gente famosa se prohibieron, como el de un químico que resultaba ser miembro de un partido que no gozaba de favor.

Cuando los periódicos relataron que el gobierno no había permitido que se mostrara Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos, el pueblo se encolerizó, y los realistas cedieron. El cuadro se colgó en la exposición, protegido por estudiantes de arte. La pintura representa a Lucio Junio Bruto, el líder romano, lamentándose por sus hijos. Los hijos de Bruto habían intentado derrocar al gobierno y restaurar la monarquía, así que el padre ordenó su muerte para mantener la república.

Así, Bruto resultaba ser el heroico defensor de la república, aunque le costase su propia familia. A la derecha, la madre sostiene a sus dos hijas, y la abuela se ve en el extremo derecho, angustiada. Bruto se sienta a la izquierda, solo, melancólico, pero sabiendo que lo que ha hecho es lo mejor para su país. Toda la pintura era un símbolo republicano, y obviamente tuvo un inmenso significado en estos tiempos en Francia.

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