El CAB ofrecerá en seis meses datos de la perforación del Tinto

viernes, 16 de diciembre de 2011

El director del Centro de Astrobiología, Javier Gómez Elvira, destaca la evolución científica ligada al proyecto IPBSL

Juan A. Hipólito / Riotinto, cuenca minera: fundación río tinto | Actualizado 16.12.2011 - 05:01
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José María Mantecón (FRT), Javier Gómez Elvira (CAB) y Amils, en la presentación del proyecto IPBSL.


Después de su presentación, hace ahora nueve meses, en la sede de la Fundación Río Tinto, el proyecto de investigación, ciencia y desarrollo tecnológico para la caracterización de la geomicrobiología del subsuelo de la Faja Pirítica Ibérica, IPBSL, comenzó hace unos días con sus primeras perforaciones en busca de vida extremófila en las profundidades del corazón de la Cuenca Minera con un presupuesto de 3,4 millones de euros y 5 años para desarrollarlo.

Aunque los trabajos a pie de campo se están realizando en la zona anexa a la corta Peña de Hierro en Nerva, los pormenores de la campaña de perforación iniciada las dieron a conocer en la sala de conferencias del museo minero de Riotinto el director del Centro de Astrobiología, CAB, Javier Gómez Elvira, responsable del instrumento REMS, que permitirá conocer en detalle las condiciones ambientales del planeta, y el investigador responsable del proyecto de perforación, IPBSL, el microbiólogo, Ricardo Amils.

Elvira destacó la evolución desarrollada por la comunidad científica desde que se iniciaron los trabajos para analizar la analogía existente entre el planeta Marte y el entorno del río Tinto con la vida extremófila como denominador común y recordó que, precisamente el mismo día que se iniciaba la perforación del proyecto IPBSL en la Cuenca Minera de Riotinto se lanzaba desde Cabo Cañaveral el robot Curiosity, especialmente diseñado para conocer la habitabilidad de Marte, es decir las posibilidades actuales de vida en el planeta rojo.

Por su parte, Amils explicó que la campaña de perforación iniciada pretende profundizar en el conocimiento del ecosistema subterráneo que se alimenta de los sulfuros metálicos de la Faja Pirítica Ibérica, responsable de las características inusuales de acidez y concentración de metales pesados, sobre todo del hierro, del río Tinto y que le dan su característico color rojo, al que debe su nombre.

Aunque en un principio se tenía previsto alcanzar los 1000 metros de profundidad, finalmente se realizarán dos perforaciones entre los 400 y 600 metros con la intención de extraer diferentes testigos del subsuelo de la zona para analizarlos posteriormente con mayor precisión y detalle en los laboratorios especializados del Centro de Astrobiología. "Ya hemos alcanzado los 300 metros y estamos deseando llegar a la profundidad prevista para ver si los microorganismos que estamos buscando están en contacto con el agua que pueda existir a esa profundidad", aclara el microbiólogo.

Amils afirma que en unos meses estarán en disposición de ofrecer los primeros resultados de las perforaciones que, según el microbiólogo, nos conecta directamente con Marte porque, además del aspecto fundamental de conocer un ecosistema que no depende de la radiación solar, tiene especial importancia astrobiológica para la búsqueda de vida en el planeta rojo, ya que hoy se conoce que la vida en su superficie es prácticamente imposible, debido a la intensa radiación esterilizante y a las condiciones oxidantes producto de la misma, pero no así en su subsuelo. "Hace 15 años demostramos que existía vida en el subsuelo de la Faja Pirítica y ahora nos toca hacer lo mismo con Marte", dijo.

El río Tinto es considerado uno de los mejores análogos geoquímicos terrestres de Marte sobre todo por compartir minerales de hierro que como la jarosita sugiere la existencia de agua ácida en dicho planeta, o de óxidos e hidróxidos de hierro como la goethita o los hematites, todos ellos productos habituales de la actividad microbiana existente en la cuenca del emblemático río rojo.

huelvainformación

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