EXIGE SUS DERECHOS SUBIDO A UNA GRUA

EDITADO EN NERVA.ES/INFORMA: Juan A. Hipólito

Los nervenses han seguido con intranquilidad la dramática situación que protagonizó durante 10 horas el vecino de Cartaya, Antonio Bellido, encaramado a la grúa master ubicada en la obra de 50 viviendas de protección oficial que EPSA construye en la localidad minera a través de la empresa Garasa a la que la subcontrata Bellido Revestimiento demanda el pago de una deuda de 175.000 euros.

Bellido no bajo de la grúa hasta que no le garantizaron una reunión con los representantes de Garasa, los alcaldes de Nerva y Cartaya, Domingo Domínguez y Juan Antonio Millán, respectivamente, así como de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía, para intentar de buscar entre todos una solución a la crítica situación por la que atraviesa su familia.

El cartayero asegura que su familia no puede soportar más la asfixia económica a la que está sometida por culpa de las deudas que otras empresas tienen contraídas con él. “En total me deben cerca de 350.000 euros de otros trabajos que hice en diferentes obras de Cartaya y Ayamonte y si mañana no le pago al banco la hipoteca de mi casa me la quitan”, dijo.

A Bellido, casado y con dos hijos, uno de dos años y otro de 16, no le convencieron ni las suplicas de su mujer, su madre y su hermana para que cesara en su empeño de permanecer en lo alto de la grúa hasta que le finiquitasen su deuda. “Es muy doloroso ver como sufre tu familia por eso estaré aquí hasta que me den una solución”, afirmaba.

Finalmente, hacia las 18:00 horas salía de la obra junto al primer edil de Nerva entre aplausos de los vecinos congregados en las inmediaciones de la Bda. Pintor Pascual con dirección al Ayuntamiento para reunirse con el resto de mediadores que no tardaron en aparecer por las puertas del consistorio municipal.

El constructor, que llegó a tener contratados a una veintena de trabajadores y se encargó de enfoscar y alicatar las cocinas y cuartos de baño de las 50 casas de VPO, permaneció durante 10 horas encaramado a la grúa sin comida e incluso desprovisto de cualquier medida de seguridad.

La constructora granadina Garasa-Esñeco solicitó a finales de septiembre en el Juzgado de lo Mercantil de Granada un concurso voluntario de acreedores, junto con una propuesta anticipada de convenio ante la imposibilidad de formalizar la refinanciación bancaria que ha estado negociando desde el pasado marzo de este año para eludir su actual situación de insolvencia.