EDITADO EN HUELVA INFORMACION
El Ayuntamiento de Berrocal está dispuesto a acudir al Juzgado, a la vía contencioso administrativa, si la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta no pone freno a la siembra de eucaliptos en terrenos protegidos que están pendientes de permuta. Las fincas afectadas son El Ojo y la Tiesa y parte de Mascote de la empresa Silvasur Agroforestal S. A.
Estas fincas forman parte del lote de terrenos de cultivos forestales (de eucalipto) que la Junta de Andalucía se comprometió a permutar después de que se incendiaran unas 35.000 hectáreas en 2004. Berrocal fue el término municipal más perjudicado de los 13 que se vieron amenazados por las llamas. Las fincas a permutar suman unas 2.000 hectáreas.
Ignacio Romero, concejal de Medio Ambiente en Berrocal, subraya que todas las consejerías que se implicaron después del incendio han cumplido sus compromisos, "todas, menos la de Medio Ambiente que es la que más sensibilidad debería haber mostrado". Este recuerda que la permuta de terrenos fue un compromiso personal de Manuel Chaves durante una de las asambleas vecinales que se convocaron en el pueblo de Berrocal.
La empresa actúa amparada en una resolución del delegado provincial de Medio Ambiente en Huelva por la que se autoriza la corta, destoconado y reforestación, sin embargo el Ayuntamiento asegura que la autorización debe contar con el respaldo de los técnicos y, además, la empresa debería tener la correspondiente autorización municipal. Subraya que se está trabajando en un espacio protegido, el del Tinto.
La cuestión es que los trabajos que se han venido realizando "han destruido decenas de miles de alcornoques y madroños, lo que puede constituir un delito ecológico", afirma el concejal.
El Ayuntamiento apunta a un presunto delito de prevaricación por no haber paralizado los trabajos forestales cuando existen alrededor de 14 denuncias de la guardería forestal que deberían haber dado lugar a "la actuación cautelar por parte de la Delegación", afirma el concejal de Berrocal.
Las denuncias han llevado al Seprona a levantar un informe a petición del Fiscal que estudia el caso.
Ignacio Romero explica que los trabajos causan graves problemas a los agricultores locales. "El ir y venir de camiones cargados de madera destroza los caminos que, luego, se hacen intransitables para los vehículos de los propietarios de las fincas que tienen que utilizarlos regularmente", apunta. Romero afirma que en algunos casos los camiones circulan por zonas por las que está prohibido ir con vehículos a motor por estar protegidas.
El eucalipto es un tipo de cultivo forestal que afecta negativamente a la tradición apícola de la zona pues su crecimiento rápido cierra la copa y no deja crecer nada debajo con lo que se pierde la floración del resto de las especies.
La contaminación de las aguas superficiales es otro de los graves problemas que genera el cultivo del eucalipto y que preocupa a los agricultores locales. La gran cantidad de abono que se utilizada en los primeros años de las plantaciones de eucalipto acaba filtrándose a los pozos de donde bebe el ganado. En años sucesivos cesa el uso de abono pero se vuelve a tratar el terreno con herbicidas para garantizar el crecimiento rápido de estos árboles.
El concejal de Medio Ambiente recuerda que fue una decisión popular la que dio el visto bueno para llevar a cabo la petición de LIC para los terrenos de la rivera del Tinto, entre ellos, los que forman parte del término municipal de Berrocal. El objetivo era "preservar el bosque mediterráneo y que encinas y alcornoques fueran ganando terreno a los eucaliptos; y tener carácter preferente a la hora de poder acceder a ayudas para mantener el bosque mediterráneo como la limpieza de alcornocales. De momento, no hemos visto ni una cosa ni otra". Ignacio Romero critica con dureza que los habitantes del municipio lleven desde el año 2004 esperando la permuta de terrenos para que las zonas incendiadas se repoblaran con especies autóctonas en lugar de seguir manteniendo los eucaliptos. Ahora teme que su trabajo haya sido en vano.
El Ayuntamiento de Berrocal está dispuesto a acudir al Juzgado, a la vía contencioso administrativa, si la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta no pone freno a la siembra de eucaliptos en terrenos protegidos que están pendientes de permuta. Las fincas afectadas son El Ojo y la Tiesa y parte de Mascote de la empresa Silvasur Agroforestal S. A.Estas fincas forman parte del lote de terrenos de cultivos forestales (de eucalipto) que la Junta de Andalucía se comprometió a permutar después de que se incendiaran unas 35.000 hectáreas en 2004. Berrocal fue el término municipal más perjudicado de los 13 que se vieron amenazados por las llamas. Las fincas a permutar suman unas 2.000 hectáreas.
Ignacio Romero, concejal de Medio Ambiente en Berrocal, subraya que todas las consejerías que se implicaron después del incendio han cumplido sus compromisos, "todas, menos la de Medio Ambiente que es la que más sensibilidad debería haber mostrado". Este recuerda que la permuta de terrenos fue un compromiso personal de Manuel Chaves durante una de las asambleas vecinales que se convocaron en el pueblo de Berrocal.
La empresa actúa amparada en una resolución del delegado provincial de Medio Ambiente en Huelva por la que se autoriza la corta, destoconado y reforestación, sin embargo el Ayuntamiento asegura que la autorización debe contar con el respaldo de los técnicos y, además, la empresa debería tener la correspondiente autorización municipal. Subraya que se está trabajando en un espacio protegido, el del Tinto.
La cuestión es que los trabajos que se han venido realizando "han destruido decenas de miles de alcornoques y madroños, lo que puede constituir un delito ecológico", afirma el concejal.
El Ayuntamiento apunta a un presunto delito de prevaricación por no haber paralizado los trabajos forestales cuando existen alrededor de 14 denuncias de la guardería forestal que deberían haber dado lugar a "la actuación cautelar por parte de la Delegación", afirma el concejal de Berrocal.
Las denuncias han llevado al Seprona a levantar un informe a petición del Fiscal que estudia el caso.
Ignacio Romero explica que los trabajos causan graves problemas a los agricultores locales. "El ir y venir de camiones cargados de madera destroza los caminos que, luego, se hacen intransitables para los vehículos de los propietarios de las fincas que tienen que utilizarlos regularmente", apunta. Romero afirma que en algunos casos los camiones circulan por zonas por las que está prohibido ir con vehículos a motor por estar protegidas.
El eucalipto es un tipo de cultivo forestal que afecta negativamente a la tradición apícola de la zona pues su crecimiento rápido cierra la copa y no deja crecer nada debajo con lo que se pierde la floración del resto de las especies.
La contaminación de las aguas superficiales es otro de los graves problemas que genera el cultivo del eucalipto y que preocupa a los agricultores locales. La gran cantidad de abono que se utilizada en los primeros años de las plantaciones de eucalipto acaba filtrándose a los pozos de donde bebe el ganado. En años sucesivos cesa el uso de abono pero se vuelve a tratar el terreno con herbicidas para garantizar el crecimiento rápido de estos árboles.
El concejal de Medio Ambiente recuerda que fue una decisión popular la que dio el visto bueno para llevar a cabo la petición de LIC para los terrenos de la rivera del Tinto, entre ellos, los que forman parte del término municipal de Berrocal. El objetivo era "preservar el bosque mediterráneo y que encinas y alcornoques fueran ganando terreno a los eucaliptos; y tener carácter preferente a la hora de poder acceder a ayudas para mantener el bosque mediterráneo como la limpieza de alcornocales. De momento, no hemos visto ni una cosa ni otra". Ignacio Romero critica con dureza que los habitantes del municipio lleven desde el año 2004 esperando la permuta de terrenos para que las zonas incendiadas se repoblaran con especies autóctonas en lugar de seguir manteniendo los eucaliptos. Ahora teme que su trabajo haya sido en vano.
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