La empresa concesionaria cerró las instalaciones hace casi dos años
J. Hipólito / Riotinto | Actualizado 27.11.2010 - 05:01
Instalaciones del Hotel Santa Bárbara, en Riotinto.
La alcaldesa de Minas de Riotinto, la socialista Nuria Hernández, ha transmitido a la delegada provincial de Turismo, Rosario Ballester, su preocupación por el expolio al que los amigos de lo ajeno están sometiendo al Hotel Santa Bárbara de la localidad minera debido al abandono al que lo tiene sometido la empresa concesionaria de la explotación.
Hernández no quiere que el hotel, cerrado desde hace un par de años, se transforme en un salón para ofrecer celebraciones puntuales o, algo aún peor, se convierta en una zona de okupas que campen a sus anchas por unas instalaciones que la Junta de Andalucía puso en valor para propiciar el acogimiento del turismo de la zona.
Ballester apeló a la responsabilidad que tienen los gestores del establecimiento para garantizar la vigilancia y el mantenimiento de las instalaciones de las que son concesionarios, aun habiendo abandonado el negocio desde hace un par de años y exigió a sus responsables, Casa García de Almonaster, que velen por la integridad del edificio hasta concluir su concesión administrativa.
En una situación similar se encontró, no hace mucho, el camping Villa de Nerva, cuando el empresario que lo gestionaba abandonó las instalaciones a merced de los vándalos que no tardaron en apropiarse de los enseres del establecimiento turístico tras realizar numerosos destrozos en el restaurante y bungalós ubicados en el recinto.
El Hotel Santa Bárbara fue presentado por la Junta de Andalucía como un referente para el turismo de la zona y una muestra más de la diversificación económica. El cierre de las instalaciones y el posterior abandono del negocio fueron las primeras muestras de la crisis económica que azota la comarca desde 2007. Después del hotel cayeron empresas como Nerva Croissant o Nature Pack y entrarían en una espiral de cierres o expedientes de regulación de empleo Tubespa y Río Tinto Plásticos.
huelvainformación
Hernández no quiere que el hotel, cerrado desde hace un par de años, se transforme en un salón para ofrecer celebraciones puntuales o, algo aún peor, se convierta en una zona de okupas que campen a sus anchas por unas instalaciones que la Junta de Andalucía puso en valor para propiciar el acogimiento del turismo de la zona.
Ballester apeló a la responsabilidad que tienen los gestores del establecimiento para garantizar la vigilancia y el mantenimiento de las instalaciones de las que son concesionarios, aun habiendo abandonado el negocio desde hace un par de años y exigió a sus responsables, Casa García de Almonaster, que velen por la integridad del edificio hasta concluir su concesión administrativa.
En una situación similar se encontró, no hace mucho, el camping Villa de Nerva, cuando el empresario que lo gestionaba abandonó las instalaciones a merced de los vándalos que no tardaron en apropiarse de los enseres del establecimiento turístico tras realizar numerosos destrozos en el restaurante y bungalós ubicados en el recinto.
El Hotel Santa Bárbara fue presentado por la Junta de Andalucía como un referente para el turismo de la zona y una muestra más de la diversificación económica. El cierre de las instalaciones y el posterior abandono del negocio fueron las primeras muestras de la crisis económica que azota la comarca desde 2007. Después del hotel cayeron empresas como Nerva Croissant o Nature Pack y entrarían en una espiral de cierres o expedientes de regulación de empleo Tubespa y Río Tinto Plásticos.
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