Y en ese grupo de personas me he reencontrado con amigos que ahora son capacitadísimos profesionales en su trabajo, así como grandes artistas en diversos y distintos campos. Pues bien, no hace mucho me encuentro con uno de estos amigos, el cual reconocí por el nombre y apellidos; pues aún tengo en la memoria las añejas imágenes de unos críos jugando a baloncesto o pasando el rato en "el muro de la iglesia de la profe". Su nombre es Roberto y seguro que más de uno reconocera y recordara sus apellidos, Sánchez Fransesch. No solo me sorprendio el cambio fisico de Roberto (normal en todos nosotros tras tantos años), si no que me llamo la atención su faceta musical y artística; y fue tanto que quise hablaros de su obra, darosla a conocer.
¿Como podía yo hacer esto, siendo un neófito en tales lides? Fácil; le he pedido a los amigos de GOSSAN FM que me ayudasen a daros a conocer la obra de este amigo. Os dejo pues con esta breve reseña del trabajo de Roberto, la cual nos viene de la mano de GOSSAN FM , y por ello les estoy muy agradecido; como agradecido estare de tod@s vosotr@s si dais a conocer este articulo y la web de Roberto, nuestro amigo...
Aún no ha desaparecido la fase de confusión y aturdimiento.Soy una secuencia de acordes diminutos que recorren los espacios confusos del espectro de la soledad. (al.(1).one)
'Mi Rara Colección' fue -y de alguna manera es- el proyecto musical del riotinteño Roberto Sánchez Fransesch que contó con la ayuda de Mª Jesús Rodríguez y Sergio González a partir de marzo de 2004. Las primeras grabaciones de 'Mi Rara Colección' datan de finales de 2003. Tres años más tarde el grupo grabaría el último álbum editado hasta la fecha y -salvo sorpresa- el epitafio de ‘Mi Rara Colección’: Doble - CD2. Entremedias un EP y un recopilatorio, varios conciertos con el apoyo de un sampler, la inclusión de la letra del tema ‘Mi alma: Instrucciones de montaje’ en el libro de relatos y poemas ‘El Aspersor’ (editado por Radio Nacional de España) y una curiosa emisión de tres de sus composiciones (‘Malaria’, ‘Lo que quieras que sea’ y ‘El engaño’) en la desaparecida emisora alternativa de Chinatown (Nueva York) Radio Indie-Pop.
‘Mi Rara Colección’ es un proyecto con propósitos arty. Evoluciona desde el primer proyecto propio de Roberto, '...dot...', con la firma discográfica del sevillano Paco 'Trilita' -Indoor Records-, donde grabó un disco ('Hypnotic', 2001) de electrónica experimental. Un segundo álbum estaba preparado pero nunca llegó a ver la luz. A partir de ese momento Roberto se desprende de una de sus 'pieles' artísticas, se reinventa a sí mismo y funda 'Mi Rara Colección'. A falta de una etiqueta mejor, su música se podría definir en ciertos momentos como 'Arty pop'. Es 'arty' porque Roberto concibe conceptualmente sus álbumes y cuida especialmente el aspecto lírico. Roberto -y aquí está la clave para aproximarse a su mundo artístico- es también un poeta que en su ser intrincado y complejo, casi impermeable a los sentidos de los demás, me recuerda a Nick Cave, aunque musicalmente su apuesta/propuesta sea más arriesgada si cabe, y sobre todo más mutante. Hay algo también de la experimentación extrema del Tom Waits de 'Mule Variations' en algunos momentos de su obra. Otras veces parece que 'Mi Rara Colección' podría ser un producto de la 4AD en sus mejores tiempos. Posiblemente su proyecto más equilibrado hasta la fecha, aunque sea de una manera metafórica y jugando con las palabras: 'equilibrando el desequilibrio (experimental)'. Una colección de experimentos en 4 álbumes -todos gratuitos en Jamendo, lo que da una idea de cómo Roberto concibe la relación de la música con el mercado- que uno no se explica (debido a su calidad tanto musical como conceptual) por qué una firma no se ha interesado por estos sonidos explicados con palabras (o palabras explicadas con sonidos).
Roberto, en el espíritu más puro y prístino del 'Punk', sigue el 'Do it yourself' ('Hazlo tú mismo') y prescinde de todo el entramado industrial y logístico que suele acompañar a un proyecto. Como un ofidio vuelve en una nueva primavera de su vida artística a mudar la piel. Pero los cambios cada vez son más difíciles y tortuosos, aunque no con ello más dudosos desde un punto de vista artístico objetivo. Esta faceta de Roberto es la más interesante desde mi punto de vista. Transpira libertad artística por todos sus poros. Tal vez Roberto no espere nada de la gente y sencillamente hace lo que le apetece. Hay momentos de una tensa belleza que (me) sobrecogen y otros momentos donde su mundo es tan lejano al del oyente que uno no llega a conectar. Pero esto es el arte: no lo hemos descubierto ahora. El componente subjetivo también entra en escena. Hay malos artistas y malos espectadores (I), buenos artistas y buenos espectadores (II), malos artistas y buenos espectadores (III) y completamos la matriz: buenos artistas y malos espectadores (IV). ¿Dónde están unos y otros? A veces tengo la sensación de que estamos en el (IV) cuando nos enfrentamos al arte de Roberto, por eso escucho una y otra vez 'Pequeña pieza que progresa' hasta entender que es sencillamente una pieza preciosa desde su minimalismo sonoro. Otras veces me entra una (razonable, supongo) duda. Claro, supongo que el artista es el primero que duda. El propio Roberto nos habla de arte tirado a la basura en su constante huida de sí mismo, en su constante destrucción/construcción. Como el barco de Teseo que cambia todos sus elementos pero sigue siendo el mismo barco (identidad), así es el artista según concibe Roberto el arte.
Una de sus pieles más sorprendentes es 'Mis raras piezas', con momentos breves definidos como 'minimalismo', con guiños a Eric Satie y la tensión nostálgica de su piano, y ciertos exponentes del llamado en su momento 'Nuevo minimalismo europeo' (precursor de la 'New Age', aunque Roberto no llega a transitar esos terrenos más accesibles). A veces es el 'loop' hipnótico de proyectos como 'Main' o el feedback onírico de 'Spacemen 3' ('Space Rock') lo que nos evocan las canciones de algunas 'pieles' de Roberto.
Y no se olviden de asomarse a sus poemas, parte fundamental para entender su arte. Lo mismo que la música de Dylan no podía concebirse sin sus letras (Dylan fue posiblemente el primer músico 'arty' del planeta), a Roberto no podemos acercarnos sin tratar de bajar (o subir, quién sabe) a las espirales infinitas en las sinapsis donde se encierran y retuercen sus pensamientos e ideas. Con la poesía de Roberto no cabe la pereza del lector, no podemos dejarnos llevar: hay que implicarse y comprenderla, rebelarse contra los versos, odiarlos y amarlos... aunque sea a nuestro modo.
En resumen, Roberto es un artista riotinteño muy a tener en cuenta a partir de ahora. No es previsible, es profundo y no lo conoces de una vez. Mañana podría mudar la piel y sorprender al crítico más descuidado. Ha bebido de fuentes malditas y su arte rezuma hiel en vez de miel. No da concesiones a lo artísticamente correcto. Roberto sabe que el cambio es la base de la vida. Y la vida es el arte. No le preguntes qué hará mañana. Tampoco lo que hizo ayer. Probablemente haya tirado a la basura su yo de ayer. Sus yoes destruidos (con)forman el yo actual programado para la destrucción.
Os invito a visitar y conocer su sorprendente obra, para lo cual solo debeis pinchar en:
http://www.miraracoleccion.com/
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