Nuevas ventanas en el Hospital de Riotinto

EDITADO EN ODIEL INFORMACION

El Hospital de Riotinto ha completado la instalación de ventanas de do-ble acristalamiento que mejoran tanto el aislamiento térmico de la fachada como el equilibro en las temperaturas del interior, lo que repercute en una mayor eficiencia energética del edificio y, con ello, una menor emisión de CO2 a la atmósfera.

En concreto, esta actuación se ha acometido en las fachadas sur y oeste del hospital, que se corresponden con las zonas de laboratorio y cocina de las instalaciones sanitarias, estando previsto que prosiga en otros departamentos.

Junto a las nuevas ventanas también se han incorporado persianas es-peciales de lamas que igualmente favorecen el mantenimiento del aporte de frío o calor en estas dependencias en función de la época del año en que nos encontremos.

Se trata de una medida, con un coste aproximado de 28.000 euros, que supone un paso más en la línea trabajo desarrollada por el Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva, en la que se ubica el Hospital de Riotinto, para respetar el entorno y fomentar la utilización de energías renovables, que se encuentra además en consonancia con el Sistema Integral de Gestión Ambien-tal puesto en marcha por la Consejería de Salud en todos sus dispositivos con objeto de reducir el impacto ambiental de la actividad sanitaria.

Otras de las iniciativas llevadas a cabo recientemente en el área han sido la renovación de la puerta de acceso del hospital por otra automática que preserva la temperatura existente en el vestíbulo de entrada; la instalación de tres lámparas LED de bajo consumo en los quirófanos, así como de dispositi-vos del mismo tipo en la mayoría de servicios del centro y en las dependencias de atención primaria, e incorporación de perlizadores en los grifos que posibilitan el ahorro de agua sin pérdida de presión.

En este ámbito destaca asimismo el ambicioso proyecto de digitalización de todas las pruebas diagnósticas completado en los últimos meses por el Hospital de Riotinto que, además de mejorar la calidad de la asistencia a la población y favorecer el trabajo de los profesionales, ha supuesto que se dejen de imprimir los aproximadamente 14.000 estudios radiológicos que se efectúan al año en sus diferentes servicios y, por tanto, ya no se utilicen los tintes que eran necesarios para el revelado tradicional.