1.907: Presidentes de todas las diputaciones de España visitaron Riotinto

domingo, 12 de octubre de 2008

PUBLICADO EN HUELVA INFORMACION EL DIA VIERNES 10 DE MARZO DEL 2000 POR JOSE LUIS DOMINGUEZ
En junio de 1907 llegó a Riotinto Mr. Fielding, pre- sidente del consejo de Administración de la Compañía Río Tinto y su visita a Huelva capital, acompañado del director de interino de las minas Mr. Kennedy, fue muy bien vista por la prensa onubense, pues traía el propósito de ampliar los negocios de la compañía en la capital “que redundará en beneficio de nuestros vecinos” apostilla el redactor de la noticia. En otro aspecto ‘La Provincia’ anunciaba el 8 de septiembre la muerte del virtuoso sacerdote de Riotinto, don Antonio Muñoz Arteaga, a la avanzada edad de 79 años, después de ejercer de párroco en nuestro pueblo durante 39 años y agrega el periódico: “La muerte de don Antonio, ‘El bueno’, como todo el mundo le llamaba, ha causado honda pena en el vecindario revelándose exteriormente este pesar en el acto del entierro, verificado el jueves último, al que asistió enorme gentío, viéndose entre el mismo a todos los empleados ingleses y españoles de la mina.
La caridad del padre Antonio no tenía límites, pues habiendo podido vivir con holgura, con el sueldo que por su sagrado ministerio recibía de la compañía de RíoTinto, como capellán del hospital minero, vivía en la mayor pobreza, repartiendo entre los necesitados todo el dinero que llegaba a sus manos destacando también la noticia que “durante las dos epidemias que sufrió Riotinto en los últimos veinticinco años, se vio acudir en persona a las casas de los enfermos menesterosos, prodigándoles todo género de auxilios, materiales y espirituales y hasta transportó a los muertos al Campo Santo, en sus propios hombros”.
El día 25 de septiembre descargó en Riotinto una tormenta con gran fuerza que ha ocasionado la muerte del niño Julian Wert, corriendo un gran peligro su hermano y otros dos niños, que tranquilamente jugaban en las gruesas corrientes que formaban las aguas, hasta que fueron arrollados por éstas tres de las criaturas. El niño ahogado era hijo de don Julián Wert Burguillos, jefe de máquinas de Riotinto, y hubo también otro incidente con fatales consecuencias: “Dos individuos que se albergaban en una casilla para refugiarse de la tormenta se vieron sorprendidos por el derrumbamiento del albergue, resultando uno tan gravemente herido que falleció a las pocas horas y el otro salió con las piernas partidas” y recuerda el periódico que esta tormenta ha sido de tanta intensidad, que los más ancianos de aquellas minas, donde las tormentas se suceden con gran frecuencia, reconocen que no recuerdan ninguna que haya infundido pavor tan grande entre el vecindario.
La compañía de Riotinto, aprovechando de que se estaba celebrando en Sevilla un congreso de todos los presidentes de las diputaciones de España, les invitó a visitar las minas. Para este desplazamiento dispuso el 17 de octubre desde Niebla un convoy compuesto por ocho coches con dos máquinas de arrastre que medía una longi- tud de 100 metros que llegó a Riotinto a las 11.20 horas, haciendole el pueblo un caluroso recibimiento pues hasta se habían desplazado gente de los pueblos vecinos para vivir el ambiente.
Nada más llegar, la compañía le ofreció un banquete que se celebró en el piso alto del nuevo local del almacén número 2 en la calle La Huerta, dispuesto para unos 200 comensales entre visitantes e invitados llegados de Huelva. El menú fue el siguiente: Consomé royals, filetes con patatas al natural, gelatina de pavo trufado, ensalada rusa, jamón de york con huevos helados y postres. Vinos: jerez fino gaditano, González Byas, Marqués del Riscal, champagne Ponmery y El Greco, café, licores y habanos.
El banquete fue servido admirablemente por el Hotel Internacional de Sevilla, que dispuso de una vajilla lujosa y servicio de mantelería especial y fue atendido por camareros de dicho hotel que vestían de rigurosa etiqueta, y su costo alcanzó la cifra de 8.500 pesetas.
Al fondo en primer término, el nuevo edificio de almacén número dos donde se celebró el banquete


A los brindis el representante de la Diputación de Huelva, señor Ayala, brindó por los reyes de Inglaterra y de España y el de Sevilla agradeció en nombre de todos a la compañía la esplendidez y hospitalidad con que habían sido recibidos. Inmediatamente se dio principio a la visita a las minas quedando muy sor- prendidos al final, al conocer la magnitud de su explotación y el maravilloso orden y organización de los trabajos, regresando a las 16.30 horas a Niebla donde les esperaba otro tren especial del Estado para su regreso a Sevilla.

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