El conde de Romanones visitó las instalaciones mineras en 1911

domingo, 1 de marzo de 2009

EDITADO POR JOSE LUIS DOMINGUEZ EN HUELVA INFORMACION EL VIERNES 14/04/2000
El día 10 de enero ‘La Pro- vincia’ publica el telegrama siguiente, recibido en el Gobierno Civil procedente de Riotinto:
“En el día de ayer y a consecuencia de ciertas modificaciones introducidas en la tarea de los cargadores de mineral de Corta F. Sur, surgieron diferencias entre el jefe de dichas operaciones y los obreros de este ramo, quedando los últimos al parecer conformes con las explicaciones del primero. A las doce del día, un grupo de 30 ó 35 muchachos de los más exaltados, resolvió abandonar el trabajo y diri-girse a la corta San Dionisio, para obligar a los compañeros a que les siguiese, cosa que no llegaron a realizar debido a la intervención de los guardas de la
compañía, del que suscribe y con las fuerzas de este Puesto transcurriendo el día de hoy sin más incidente que los producidos por dichos jóvenes a los cuales después no les fue facilitado trabajo por entender la dirección de las minas que lo habían abandonado, siendo de esperar que en el día de mañana quede restablecida la normalidad. Como medida prevención se ha concentrado en la mina un cabo y guardias de Zalamea. El primer teniente: Francisco Fernández Ortega”.
Hay una nota oficial facilitada por el Gobierno Civil al diario con fecha
13 de enero que dice lo siguiente: “El sr. director de la Compañía de Río-Tinto Limitada pregunta al gobernador civil si con su autoridad puede conseguir que los redactores de ‘La Voz del Minero’, que se edita en la capital, se limiten a escribir en términos más correctos, porque teme, que llegando estos periódicos a manos de algunos obreros que no saben discernir las cosa, pudiera ser motivo de algún atentado personal contra algunos de los jefes dela empresa y daría por resultado el traslado a las minas de los talleres y depósitos de mineral de Huelva, cosa que se viene pensando hace tiempo, con motivo de las huelgas e interrupciones del trabajo en Huelva, que seguramente redundaría en perjuicio de los intereses de la capital”.
Con motivo de haber sido cristianados en la misma noche del 24 de junio los hijos de José Luis Rodríguez Valiente, Eugenio Alonso, Modesto Beltrán y José Bernal se ha efectuado un festival en el salón de la Escuela Evangelista de la compañía, concurriendo a él toda la buena sociedad. La organización de tan brillante fiesta estuvo encomendada a don Andrés Tobal y al médico don Jesús Chaparro. Para este acto fue invitado el festivo escritor sevillano Francisco Sánchez Perdiguero, quien hizo pasar con su fácil palabra Y ocurrencias un rato muy agradable. Don Rafael Calvo, muy amante de la literatura, leyó un trabajo muy divertido dedicado a la mujer de Riotinto. También actuó el notable tocador de flamenco Péntolo y el renombrado cantaor Justo González, distinguiéndose Francisco Martín, con sus fandangos y sevillanas. A esta velada fue invitado el médico de Nerva don Cristóbal Roncero y su bella y elegante hermana Eva.
“En la capilla protestante de Riotinto se celebraron numerosos cultos con motivo de la coronación el pasado día 23. La colonia inglesa hizo fiesta, entregándose a cultas expansiones y dando pruebas fervientes de su adhesión al trono y amor patrio”.
Por otra parte, en tren especial puesto a su disposición por la Compañía de Riotinto, llegó a Riotinto el conde de Romanones, procedente de Huelva.
En la estación de Riotinto lo esperaban Mr. Walter J. Browning, el jefe de Fuerza de la Compañía y ex-alcalde de Nerva, Segundo Masero Zapata y Francisco Fernández, jefe de Línea de la Guardia Civil de Riotinto. Los saludos intercambiados entre el conde de Romanones y Mr. Browning fueron muy afectuosos.
Desde allí iniciaron una excursión por el establecimiento minero hasta las dos de la tarde, fecha prevista para el almuerzo con que obsequió la compañía a todos los expedicionarios. A esta hora llegaron a la estación del Coso Viejo y se apearon en él los visitantes para dirigirse a la Casa Grande directamente. En el andén se hallaban el alcalde de Riotinto don Cayetano Gil y el juez de Instrucción de Valverde del Camino, que había llegado expresamente para saludar al Conde. Después de la comida, a las cuatro de la tarde, se puso en marcha la comitiva hacia la estación para emprender el regreso y hubo una gran aglomeración de gentes en las calles saludando al paso del Conde. En septiembre, Canalejas decreta el Estado de Guerra debido a una huelga general que sacude a toda España.

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