La misión despegó el pasado viernes para buscar durante más de tres años planetas parecidos a la Tierra.
Por Anne Minars
La misión Kepler de la NASA despegó sin problemas el viernes, poco antes de las 11 de la noche, hora local, desde la Estación de las Fuerzas Aéreas de Cabo Cañaveral, en Florida.
El momento del lanzamiento fue muy tenso, a causa del fallido lanzamiento del Orbiting Carbon Observatory de la semana anterior, que cayó en picado al océano cuando su fuselaje falló. Pero todo lo que rodeó al lanzamiento de Kepler, desde el tiempo atmosférico hasta la cuenta atrás, transcurrió perfectamente. Cuando quedaban cinco minutos para el lanzamiento, los cohetes de Kepler lanzaron jirones de humo hacia el aire de Florida, a 18 ºC (65ºF), bajo un cielo totalmente limpio. Cuando quedaban 30 segundos, se pronunciaron los comandos de confirmación con una precisión de expertos. La carrocería (llamada fuselaje) se separó limpiamente, y pasados tres minutos, la nave estaba ya lejos de la Tierra, a 11.265 kilómetros (7.000 millas) por hora. Cada fase del lanzamiento se realizó tan sólo con tres segundos de margen respecto a la hora predicha.
Los motores de la Kepler se apagaron a las 11:45, hora de la costa Este de EE.UU., y la nave completó la separación justo antes de la medianoche, unos 62 minutos tras el lanzamiento. Desde ahora, y durante los próximos tres años y medio, Kepler seguirá a la Tierra en órbita, y mirará a un lugar comcreto del cielo, en la región Cisne-Lira de la Vía Láctea.
La misión Kepler estimula la imaginación, ya que podría resolver finalmente la vieja cuestión de si los terrícolas estamos solos o no. William Borucki, el investigador jefe de la NASA para la parte científica de la Kepler, habló de la misión en una reciente rueda de prensa de la NASA, y dijo que si Kepler ve planetas como la Tierra en las zonas de habitabilidad de otras estrellas, “la vida podría ser común en nuestro universo. Si, por el contrario, no encuentra ninguno, eso sería otro gran descubrimiento. De hecho, significaría que no habrá ningún Star Trek”.
La misión Kepler, que ha costado 500 millones de dólares, pasará tres años y medio inspeccionando 100.000 estrellas similares al Sol en Cisne-Lira. Su telescopio está especialmente diseñado para detectar el oscurecimiento periódico de las estrellas, causado por los planetas que pasan por delante.
Mirando a una amplia zona del cielo durante toda su vida, Kepler podrá mirar el tránsito periódico de los planetas por delante de sus estrellas durante muchos ciclos, lo que permitirá a los astrónomos confirmar la presencia de los planetas y usar los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, junto con telescopios terrestres, para caracterizar sus atmósferas y sus órbitas. Los planetas del tamaño de la Tierra que se encontraran en zonas de habitabilidad, teóricamente, tardarían un año en completar una órbita, así que Kepler monitorizará esas estrellas durante al menos tres años para confirmar la presencia de esos planetas.
Los astrónomos estiman que, si un uno por ciento de las estrellas albergara planetas como la Tierra, habría un millón de Tierras sólo en la Vía Láctea. Si eso es cierto, existirán cientos de Tierras en la población de 100.000 estrellas que estudiará Kepler.
0 comentarios:
Publicar un comentario