Ex minero y cocinero
I. Gallego | Actualizado 13.06.2009 - 01:00Tiene Alfonso una filosofía de vida, una vocación de múltiples facetas: "Vivir, enseñando a todo el que no sabe vivir". Ahí está su vertiente más humanitaria y el hilo conductor de aquello cuanto hace en Minas de Riotinto. Le marcó el año que pasó en África, la realidad que conoció de primera mano cuando estuvo en un campamento formando a jóvenes en las artes de la cocina. Desde entonces, mantiene un compromiso solidario enviando a este país ropa, alimentos, juguetes y ayudas de todo tipo.
Desde muy pequeño, Alfonso González (Campofrío, 1960) al que todo el mundo llama Alonso, se metía a ayudar en las cocinas y tuvo una tutora inestimable en Juanita de Riotinto. Ahora es capaz de organizar una comida para 3.000 personas, ya sea en los pueblos de la Sierra, en el Rocío, o donde le llamen.
Desde hace tres años, este minero prejubilado es directivo del Club Inglés de Minas de Riotinto, una institución centenaria que con gran éxito acaba de albergar el campeonato de tenis junior a nivel andaluz, en las pistas más antiguas de España.
Alfonso es famoso por su disponibilidad. "Todo el mundo me viene a buscar para que colabore, desde futbolistas que quieren que haga una paella, hasta la asociación de mujeres y diversos colectivos". En el club mantiene la piscina, organiza reuniones y comidas multitudinarias, lleva la cocina y se encarga también de las fiestas populares y eventos de etiqueta, aparte de mantener el edificio, los jardines y los alrededores del club.
Antes estuvo 26 años trabajando en diferentes departamentos de la compañía minera, donde hizo un trabajo muy polivalente y perteneció a la brigada de salvamento. Su experiencia en la cuadrilla de rescate le valió el ofrecimiento por parte de Francisco Huelva para poner en marcha el dispositivo de Protección Civil en Minas de Riotinto y estar al cargo del servicio contraincendios. Así trabajó un tiempo como bombero voluntario.
Desde muy pequeño, Alfonso González (Campofrío, 1960) al que todo el mundo llama Alonso, se metía a ayudar en las cocinas y tuvo una tutora inestimable en Juanita de Riotinto. Ahora es capaz de organizar una comida para 3.000 personas, ya sea en los pueblos de la Sierra, en el Rocío, o donde le llamen.
Desde hace tres años, este minero prejubilado es directivo del Club Inglés de Minas de Riotinto, una institución centenaria que con gran éxito acaba de albergar el campeonato de tenis junior a nivel andaluz, en las pistas más antiguas de España.
Alfonso es famoso por su disponibilidad. "Todo el mundo me viene a buscar para que colabore, desde futbolistas que quieren que haga una paella, hasta la asociación de mujeres y diversos colectivos". En el club mantiene la piscina, organiza reuniones y comidas multitudinarias, lleva la cocina y se encarga también de las fiestas populares y eventos de etiqueta, aparte de mantener el edificio, los jardines y los alrededores del club.
Antes estuvo 26 años trabajando en diferentes departamentos de la compañía minera, donde hizo un trabajo muy polivalente y perteneció a la brigada de salvamento. Su experiencia en la cuadrilla de rescate le valió el ofrecimiento por parte de Francisco Huelva para poner en marcha el dispositivo de Protección Civil en Minas de Riotinto y estar al cargo del servicio contraincendios. Así trabajó un tiempo como bombero voluntario.
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