LOS PROTAGONISTAS
Los protagonistas de la batalla de Bailén fueron los siguientes:
Teniente general Castaños, general en jefe del Ejército de Andalucía y en cuyas manos estuvo la ejecución del plan elaborado en Porcuna para flanquear al enemigo situado en Andújar por su izquierda y envolverle desde Bailén.
Mariscal de Campo Reding, general jefe de la 1ª División de Castaños, autor material de la derrota francesa en Bailén.
Marqués de Coupigny, general jefe de la 2ª División de Castaños y al mando del ala izquierda de la línea española.
Brigadier Venegas, 2º jefe de la 1ª División y al mando del ala derecha de la línea española.
General de división Dupont, general en jefe del Segundo Cuerpo de Observación de la Gironda, derrotado en los campos de Bailén.
LA BATALLA
La batalla discurrió en diez horas de combates, desde las tres de la mañana hasta la una de la tarde del 19 de julio. La función se desarrolló en diez actos:
Primer acto. 03:00 horas: ataque de la vanguardia francesa sobre El Ventorrillo y despliegue en la Cruz Blanca.
Alrededor de las tres de la mañana del día 19 de julio la vanguardia francesa del mayor Teulet cruzó el río Rumblar por el puente de piedra que lo atravesaba, situado a unos cinco kilómetros al oeste de Bailén. El camino se empinó ascendiendo a las alturas que rodean Bailén por el oeste. Nada más descrestar, a un kilómetro escaso del puente de piedra, los franceses tropezaron con una compañía de cazadores de la Guardia Valona que guarnecía los primeros puestos avanzados españoles, situados en un ventorrillo aislado. Comenzó el tiroteo por ambas partes y los españoles fueron desalojados sin problemas. La alarma estaba daba. El mayor Teuler continuó su avance tres kilómetros más hasta llegar a una zona despejaba denominada la Cruz Blanca, donde fue detenido por las unidades españolas de vanguardia del brigadier Venegas. Así dio comienzo la Batalla de Bailén.
Segundo acto. 03:30 horas: desalojo de la vanguardia francesa de la Cruz Blanca.
Los españoles se dieron cuenta que el enemigo era tan solo una fuerza de vanguardia y deciden desalojarla de su posición de la Cruz Blanca. Para ello atacaron las tropas del ala derecha al mando del brigadier Venegas y las del ala izquierda al mando del brigadier Grimarest.
En la oscuridad se produjo un combate muy vivo. Los españoles tomaron dos piezas de artillería francesas. Estos contraatacaron a la bayoneta y las recuperaron. Acto seguido las franceses, sobrepasados en número, retrocedieron hasta el Rumblar y asentaron sus piezas de artillería en la otra orilla. El brigadier Grimarest lanzó el Regimiento de Caballería Farnesio contra el enemigo en retirada; pero el mayor Teuler formó un escuadrón de cazadores alineado en la carretera y con su fuego de fusilería y el de sus cañones mantuvo a raya a los del Farnesio.
Seguía sin amanecer y la confusión persistía. Los españoles cesaron en su ataque y retrocedieron a sus posiciones originales, excepto el 1er. Escuadrón del Regimiento de Farnesio que desplegó al este del puente del Rumblar para dominar su carretera de acceso, y el Batallón Provincial de Ciudad Real, 30 jinetes del Regimiento España y la 2ª Compañía de Zapadores, que desplegaron en el Cerrajón dominando con sus fuegos el acceso a la Cruz Blanca.
Tercer acto. 05:00 horas: carga de la Brigada de Cazadores Dupré.
Dupont oyó los disparos de cañón a unos cinco o seis kilómetros del puente del Rumblar. Enseguida ordenó al jefe de su caballería, general Fresia, que hiciera avanzar sus dos brigadas. La Brigada Dupré, formada por dos regimientos de cazadores con un total útil de unos 500 jinetes, marchaba delante del convoy, por lo que llegó antes a reunirse con las fuerzas del mayor Teuler trayendo consigo sus seis piezas de artillería.
Sobre las cinco de la mañana, con las primeras luces del alba, Dupré cruzó el puente del Rumblar con el 1er. Regimiento de Cazadores de su Brigada y se lanzó sobre el 1er. Escuadrón del Regimiento de Farnesio. Dos escuadrones franceses se lanzaron sobre los españoles, arroyándolos tras un breve combate. Los jinetes franceses, lanzados a la carga, rebasaron el alto de la Cruz Blanca y consiguieron llegar hasta la batería central del dispositivo español, donde dieron acometieron a cuchilladas a sus sirvientes. Allí fueron atacados de flanco por el Batallón de Infantería de Ceuta y el Regimiento de Infantería de la Reina, y sufrieron la carga del 2º Escuadrón del Regimiento de Farnesio. Ante tal ataque, el regimiento francés se retiró con graves pérdidas hasta alcanzar la Cruz Blanca, donde se le unió el 2º Regimiento de Cazadores de la Brigada Dupré. Las fuerzas de esta Brigada habían quedado reducidas a unos 400 jinetes.
Cuarto acto. 05:30 horas: duelo artillero.
Tras el fracaso de la primera carga de caballería, los franceses esperaron la llegada de nuevas fuerzas al combate. Mientras tanto habían desplegado las cuatro piezas de la vanguardia y las seis de la Brigada Dupré a la izquierda de la Cruz Blanca, en la falda del Zumacar Chico. La artillería francesa eran piezas de a cuatro libras, mientras que la española eran piezas de a ocho y de a doce, de mayor alcance y potencia. Mientras llegaban las tropas de la Brigada de Infantería Chabert se produjo un duelo artillero que duró aproximadamente una hora y en el que los franceses llevaron la peor parte, resultando cinco piezas suyas desmontadas.
Quinto acto. 06:30 horas: Primer asalto. Contraataque de la Brigada Dupré a la derecha española; carga de la Brigada Privé a la izquierda española; ataque de la Brigada Chabert al centro español.
Sobre las seis de la mañana llegaron al puente del Rumblar la Brigada de Infantería Chabert y la Brigada de Dragones Privé. A esa hora del día, Dupont disponía de 10 cañones, 1400 jinetes y unos 3.100 infantes. La Brigada Pannetier marchaba detrás del convoy, situado aún a unos cinco kilómetros del puente, por lo que en menos de dos horas no podía contar con sus hombres.
Dupont decidió atacar sin esperar más tiempo, presionado por su temor de que Castaños apareciese por su espalda. Para ello organizó cuatro columnas sobre la base de los cuatro batallones de infantería (tres de la 4ª Legión y uno suizo) flanqueadas a la derecha por los Dragones y Coraceros de Privé y a la izquierda por los Cazadores de Dupré. Apoyados por las piezas de artillería asentadas en la Cruz Blanca atacarían la batería central española directo hacia Bailén. Pero el general Réding también temía que apareciesen Vedel y Dufour a su espalda, por lo que ordenó a Venegas y Coupigny que atacasen a los franceses por los flancos.
El general Venegas descendió el Cerro Valentín contra el ala izquierda francesa con el Regimiento de Órdenes Militares y los cazadores de la Guardia Valona. Dupont no esperaba este súbito ataque español y lanzó contra ellos los 400 jinetes que le quedaban al general Dupré. Entre ambas fuerzas existía un profundo y ancho barranco que la caballería francesa tuvo que rodear bajo el intenso fuego de los españoles, lo que les ocasionó gran número de bajas. A pesar de ello los jinetes franceses salvaron el obstáculo y cargaron contra la infantería española, que se retiró de vuelta al Cerro Valentín protegida por las unidades allí desplegadas.
Mientras tanto las fuerzas españolas desplegadas en el Cerrajón desde el combate con la vanguardia del mayor Teuler hostigaban con sus fuegos el flanco derecho francés en la Cruz Blanca, por lo que Dupont envió contra ellos los Dragones y Coraceros de Privé. Éste rodeó por la izquierda la posición española con intención de atacarles de flanco desde El Portillo de la Dehesa y cortarles la retirada, por lo que los españoles se replegaron precipitadamente hacia la línea principal española, dejando una bandera en poder del enemigo. El marqués de Coupigny había avanzado para reforzarles con el Regimiento de Jaén, el 1er. Batallón del Regimiento Réding y la 4ª Compañía de Zapadores, apoyados por los jinetes del escuadrón del Regimiento España y los "garrochistas". Todos ellos fueron atacados por los jinetes de Privé, que en su carga diezmaron a los jinetes españoles, a decenas de zapadores y se lanzaron sobre el Regimiento de Jaén.
En el combate que siguió murió el coronel del regimiento D. Antonio Moya y su ayudante el capitán D. Carlos Sevilla; el regimiento fué arrollado y los franceses cogieron la bandera de su regimiento. La presión de la cabballería francesa era tal que se temió por el flanco izquierdo de la línea española, obligando a adelantar los Regimientos Provinciales de Bujalance, Cuenca y Trujillo para acoger los restos de las unidades que se vieron obligadas a replegarse, siendo dirigidos a la voz en todo momento por sus coroneles Marqués de las Atayuelas, D. Pedro Conesa y D. Diego de Carvajal. Finalmente, las piezas de a doce de la batería de la izquierda española dispararon a mansalva sobre los jinetes franceses, que se vieron forzados a volver grupas.
Simultáneamente, el general Chabert avanzó al frente de las columnas de infantería contra la batería central española. Los infantes y artilleros franceses fueron objeto de un duro fuego de cañón de las tres baterías españolas que concentraron su fuego sobre el avance francés. A pesar de ello, los franceses avanzaban amenazadores. El primer batallón de la 4ª Legión se encontraba a unos 300 metros de la batería central española cuando los Regimientos de Caballería Farnesio y Borbón cargaron contra ellos desde ambos los flancos de la batería, Farnesio por la derecha y Borbón por la izquierda, acuchillando y arrollando a los franceses y obligándoles a retroceder. El pánico se apoderó de los franceses, que huyen hacia los olivares de la Cruz Blanca arrastrando en su huida a los batallones que le seguían. Desde allí hacen fuego sobre los jinetes españoles, causando la muerte del coronel del Farnesio, teniente coronel D. Francisco Bonet.
Los escuadrones de Farnesio y Borbón se disponían a regresar a su línea de partida cuando les salieron al encuentro los coraceros y dragones del general Privé, reorganizados tras sus cargas contra el ala izquierda española. En el choque que se produjo inmediatamente murieron otros cuatro oficiales del Farnesio: el oficial D. Gregorio Prieto, el teniente D. Joaquín Tornos y los ayudantes D. José Daguino y D. Antonio Angulo. Los franceses empujaron a los jinetes españoles hasta la batería central, donde se reorganizaron e hicieron frente a los coraceros y dragones franceses auxiliados por los sirvientes de las piezas de artillería que vieron la acción de cerca por segunda vez en la batalla. Los españoles se vieron obligados a mandar unidades de reserva para rechazar a los valientes jinetes franceses, que resultaron terriblemente diezmados en la acción.
Sexto acto. 08:30 horas: Segundo asalto. Contraataque de las Brigadas Pannetier y Privé a la derecha española.
Sobre las ocho y media de la mañana llegaron al puente del Rumblar el resto de las fuerzas de Dupont. A esa hora, tras el fracaso del primer ataque francés, Réding decidió sacar partido de su superioridad numérica antes de que se presentara Vedel por su espalda, y ordenó al general Venegas que atacara el flanco izquierdo francés con todas su fuerzas (4 batallones, 1 compañía y 3 escuadrones) desde Cerro Valentín hacia el Zumacar Chico.
Dupont envió contra estas fuerzas la recién llegada Brigada Pannetier, aun no repuesta de su fatigosa marcha. Estaba formada por dos batallones de la 3ª Legión y otros dos de la Guardia de París. Se dirigieron directamente desde el Ventorrillo del Rumblar hacia Zumacar Grande a través de un terreno muy accidentado y lleno de espeso monte bajo. Mientras tanto, los Marinos de la Guardia se dirigieron hacia la Cruz Blanca para proteger las piezas de artillería allí desplegadas.
El avanze de la Brigada Pannetier obligó a Venegas a detenerse en el Zumacar Grande, donde contivieron los ataques de los agotados infantes franceses. Dupont se vió abligado a lanzar contra los españoles de nuevo a la Brigada Privé, cuya carga obligó a Venegas a retroceder a sus posiciones originales en Cerro Valentín. El Regimiento de Órdenes Militares cubrió la retirada del resto de las fuerzas y sufrió gran número de bajas.
Tras el fracasado avance de Venegas, la Brigada Pannetier se desplegó junto al Zumacar Chico para hacer frente a una nueva intentona de la derecha española.
Séptimo acto. 10:00 horas: Tercer asalto. Segundo ataque de las Brigadas Chabert y Dupré contra el centro español.
Los soldados franceses estaban cansados por el esfuerzo, el calor y la sed. A pesar de ello Dupont intentó de nuevo forzar el centro español. Para ello volvió a formar las cuatro columnas al mando de Chabert y las lanzó al ataque contra la batería central española. La infantería francesa fue detenida por el nutrido fuego de fusil y de cañón de los españoles. Diezmadas y desorganizadas, las columnas de Chabert retrocedieron. Para proteger su repliegue hacia el olivar de la Cruz Blanca, el general Dupré se lanzó a la carga con los 150 jinetes que le quedaban. Llegaron hasta la batería, si bien el ataque les costó un tercio de sus efectivos, entre ellos el propio general Dupré, muerto por el impacto de un casco de metralla en el bajo vientre.
Croquis de la batalla de Bailén durante el segundo asalto francés, sobre las 10:00 horas.
0 comentarios:
Publicar un comentario