El acusado del incendio de Riotinto se declara inocente

lunes, 18 de enero de 2010

EDITADO EN EUROPA PRESS
El presunto autor del incendio ocurrido en el término de Minas de Riotinto (Huelva), E.P.P., el 27 de julio de 2004, que arrasó 35.291 hectáreas de masa forestal en las provincias de Huelva y Sevilla y que causó la muerte de F.C.F y L.C.P, que circulaban en ese momento por una carretera cercana, se declaró este lunes inocente en la primera sesión del juicio, mientras que la defensa de la familia de las víctimas, acompañada por un letrado de la Junta de Andalucía y de la empresa Egmasa, dudó de las declaraciones de los testigos.

Durante el juicio celebrado este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, Perdigón aseguró que salió de su casa sobre las 16,00 horas del día 27 de julio de 2004, en dirección al pantano Zumajo para darse un baño, momento en el que "vio humo que provenía de un contenedor", pero no se acercó porque "podían haberle echado la culpa" al tener antecedentes penales.

Del mismo modo, aseguró que en el trayecto hacia el pantano, acompañado por su perro, no se encontró a nadie, excepto a un helicóptero del Infoca, mientras tomaba el baño. Tras ello, llegó a su domicilio sobre las 18,00 horas. En cuanto a la dirección que tomó para ir hacia el pantano, indicó que escogió otra distinta a la habitual porque "hacía mucha calor y porque no quería pasar por su huerto", que estaba en esa dirección.

El acusado mantuvo que "no ha reconocido a nadie que prendió fuego a dos contenedores", indicando además que cuando volvió de darse el baño se fue al huerto, que no se quemó por un cortafuegos cercano y, tras ello, se fue a su casa.

"CAMBIO DE SENTIDO"

En cuanto a los testigos, la defensa de la familia de las víctimas, Antonio Rubio, dudó de las declaraciones de algunos de ellos por "el cambio de sentido" que han tomado, refiriéndose a "un ataque generalizado de olvido", teniendo en cuenta las declaraciones anteriores, realizadas hace cinco años, lo que les hace suponer que "podría existir algún tipo de maniobra extraña que no conocemos y que es la que ha podido llevar consigo este cambio".

En el juicio se le tomó declaración a casi una veintena de testigos, entre personas que pudieron ver ese día al presunto autor del incendio, que diferieron en la vestimenta del presunto autor; efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Local de Minas de Riotinto y agentes de Medio Ambiente.

Así, uno de los testigos indicó que vio al acusado, pero "alejado de uno de los focos del incendio y que iba andando", mientras que en la declaración realizada cuando se produjo el incendio, según el Ministerio Fiscal, aseguró que el presunto autor "salió corriendo de la zona del barranco, donde se encontraba el tercer foco del incendio", al tiempo que aseguró que en la zona, donde se produce otro de los focos, es "normal que se produzcan incendios porque los vecinos depositan basura y escombros".

Por su parte, uno de los agentes de la Guardia Civil que realizó el atestado aseguró que existen "incongruencias horarias" respecto a los actos del acusado, indicando además que hay personas que "lo vieron comprando comida en una tienda, otras en el tercer foco del incendio y otras dicen que estaba en un foco distinto".

En cuanto a la situación de la zona donde se produjo uno de los focos del incendio, donde había latas y cristales, el agente descartó la posibilidad del efecto lupa, ya que estos materiales estaban cubiertos por restos de césped. Del mismo modo, respecto a la hora de salida del acusado a las 16,00 horas, otro agente aseguró que "si hubiera salido a esa hora, el incendio le habría sorprendido".

LA FAMILIA ESPERA "JUSTICIA"

Por su parte, la hija del matrimonio fallecido a causa del incendio, Laura Capote, manifestó antes del juicio que espera "justicia y que las pruebas dictaminarán si es culpable o no", indicando además que todas las pruebas "parecen indicar que si es culpable", por lo que pidió que "si es culpable, que lo pague".

Según el escrito de la Fiscalía, los tres primeros focos del incendio pudieron ser controlados rápidamente, excepto el cuarto, provocado en el pinar del camino posterior de la barriada Los Cantos, que se extendió, resultando afectados los términos municipales onubenses de Minas de Riotinto, Nerva, El Campillo, Escacena del Campo, Paterna del Campo, Zalamea La Real y El Berrocal, y los sevillanos de El Madroño, El Castillo de las Guardas, Aznalcóllar, Gerena, El Garrobo y Sanlúcar La Mayor, teniendo que ser desalojados algunas de estas poblaciones.

El escrito apunta que las dos víctimas circulaban en un vehículo por una carretera sita entre las aldeas de Monte Somorrero-Las Delgadas, cuando fueron sorprendidos por el incendio, ocasionándoles la muerte por asfixia por inhalación de gases en combustión.

CONSECUENCIAS "INCALCULABLES"

Según reza en el informe, las consecuencias ecológicas fueron "incalculables", ya que se perdieron los hábitat de muchas especies autóctonas, tales como el Eucalipto, el Pino Mediterráneo, la Encina y el Alcornoque. Igualmente resultaron afectadas diversas especies animales como el Jabalí, el Ciervo y el Zorro, ascendiendo los gastos de extinción ascendieron a 1,9 millones de euros.

Además, el acusado deberá indemnizar a los herederos de los fallecidos en el suceso en la cantidad que se determine en ejecución de sentencia, así como deberá indemnizar a los perjudicados de las actuaciones.

La segunda sesión del juicio tendrá lugar el martes a partir de las 10,30 horas, en la que se realizará una declaración por videoconferencia de dos peritos, que acreditaron la identidad de los fallecidos, y una vez que ratifiquen el informe, según explicó la defensa de la familia, se dará traslado a las partes para elevar las conclusiones definitivas, de forma que el martes "podría quedar visto para sentencia".

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