EDITADO EN HUELVA INFORMACION
Ha mantenido su inocencia desde el primer momento, cuando fue detenido a finales de julio de 2004 como presunto autor del devastador fuego que acabó con la vida de un matrimonio sevillano y dejó reducidas a cenizas más de 35.000 hectáreas de superficie de 13 municipios de Huelva y Sevilla. Emilio Perdigón Panduro, único imputado por la tragedia humana y la catástrofe ambiental se sienta a partir de hoy en el banquillo (en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva) para responder por dos delitos de homicidio imprudente (la Fiscalía solicita una condena de ocho años) y otro de incendio forestal (por el que la acusación pública le pide 18 años más de internamiento).
"Estoy loco porque llegue el juicio y se aclare todo". El único imputado por el mayor incendio ocurrido en Andalucía en las últimas dos décadas, cuya declaración abrirá el juicio, confirmó ayer a este diario que mantendrá la versión que ha sostenido en los últimos cinco años y medio, versión que se enfrentará a la de varios testigos que lo inculpan.
"Han estado buscando testigos...lo que me preocupe es que se están inventado cosas". De hecho, afirma que mientras al comienzo de la instrucción del caso había sólo una declaración en su contra (la de un vecino de la zona de Los Cantos que lo sitúa junto a una columna de humo blanquecina a la hora en la que comenzó el fuego), a estas altura hay al menos siete personas (de las cerca de 30 citadas a la vista) que pueden testificar contra él. "Confío en que vayan y declaren los que tienen que decir algo a mi favor".
Perdigón no espera ninguna declaración sorpresa, pero de lo que ha ido trascendiendo de la investigación, hay un segundo testimonio clave para las acusaciones, el de un hombre que declara que escuchó que el mismo imputado había dicho que la quema de un contenedor en Riotinto (de los dos incendios que se sucedieron en el casco urbano del pueblo en la tarde del 27 de julio de 2004) había sido cosa suya. Perdigón lo desmiente. "Este testigo me llegó a contar que había recibido amenazas de la Guardia Civil, pero no creo que lo vaya a decir en el juicio".
Perdigón continúa viviendo en el domicilio familiar de la barriada de Los Cantos, zona en la que se inició el fuego, y rebate la hipótesis (que circuló durante meses) de que él sólo había sido la mano ejecutora de un incendio hecho por encargo a cambio de alguna suma de dinero. Su cuenta corriente -dice- no ha engordado, lo sabrían los investigadores. En asuntos económicos "he ido a peor, aunque ahora me han aprobado la ayuda familiar y es una de mis hermanas la que me da de comer y me mantiene".
El informe que realizó la Guardia Civil de Huelva tras el incendio, del que los agentes darán detalles a lo largo de esta semana, indica que el fuego se inició, en primer lugar, con dos focos situados en el mismo núcleo urbano de Riotinto, coincidente con la información que en su día facilitó el Consorcio Provincial Contra Incendios (una primera quema de dos contenedores), a los que siguieron otros dos a las afueras de la localidad.
Entre el primero y el último de los focos se registró una hora de diferencia (entre las 15:30 y las 16:30, prácticamente un fuego cada cuarto de hora) y los referidos puntos estaban separados por una distancia de 1.392 metros, que su autor tuvo que recorrer después de prender fuego en otras dos ocasiones durante el trayecto.
Perdigón relató al inicio de la instrucción que, por regla general, bajaba desde su casa al huerto que tiene en los pinares para dar de comer a las gallinas sobre las 18:30. Pero aquel 27 de julio adelantó el horario y se dirigió al Zumajo a bañarse, pero que no pasó por el lugar en el que se detectó el fuego ni se cruzó con nadie en su recorrido al pantano.
Después, el imputado admitió que pasó cerca de uno de los focos sobre las 16:10, cuando iba al dique a bañarse, zona en la que supuestamente lo sitúa uno de los testigos.
La Plataforma Fuegos Nunca Más, creada a raíz del incendio que se originó en Minas de Riotinto, denunció ayer que varias fincas afectadas por el fuego están ya cultivadas, pese a la prohibición de que se transformen los terrenos forestales quemados, y demandó el inicio de una investigación.
La plataforma pone nombre y apellidos a estas fincas, entre las que cita a la denominada como Casasola, con una superficie de 560 hectáreas, de las que 180 quedaron destruidas, y afirma que cinco años después, "lo que el fuego no destruyó está siendo transformado por su actual propietaria, la Riotinto Fruit, para plantar naranjos". Fuegos Nunca Más destaca además de que esta finca formaba parte del lote que la Diputación de Huelva compró al Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Además, la plataforma cita a las fincas Tabladilla y el Hondillo, arrasadas ambas por el incendio y que se han repoblado con eucaliptos, así como otras que se salvaron de la quema, las del Mascote y el Ojo, en las que ENCE ha plantado también de eucaliptos "en lugar de haberlas recuperado con especies autóctonas".
La plataforma ciudadana y los ecologistas demandan a la Junta "apoyo real" ya que afirman que aunque se han cumplido parte de los compromisos, los trabajos de restauración "no han concluido, no se ha hecho nada en limpieza de monte ni ayudas a los pequeños propietarios y tampoco hay nada -agregan- en cuanto selección de brotes de los árboles regenerados y ni se han comenzado las labores de siembra y reforestación en los montes privados". Por otro lado, la cooperativa corchera "está en una crisis profunda" y la práctica totalidad de su plantilla en paro.
Perdigón defiende su inocencia frente a testigos que lo inculpan en el incendio Fuegos Nunca Más denuncia que suelo quemado ya está cultivado
lunes, 18 de enero de 2010Publicado por jepane en 6:06
Etiquetas: actualidad
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