Se pensaba que los asteroides eran cuerpos secos, oscuros y sin vida, pero ahora por primera vez científicos encontraron evidencia de agua en la superficie de uno de ellos.
Los científicos de la Universidad de Tennessee, en Knoxville, Estados Unidos, afirman que si hay agua en estos cuerpos también podría haber otros materiales orgánicos capaces de soportar vida.
Los investigadores encontraron evidencia de que hay hielo en la superficie del asteroide 24 Temis, que con un diámetro de 200 kilómetros es uno de los cuerpos más grandes del cinturón principal, la región del Sistema Solar ubicada entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Tal como señalan los científicos en la revista Nature, el hallazgo apoya la teoría de que los asteroides podrían ser los responsables de haber traído agua y material orgánico a la Tierra.
El profesor Josh Emery y su equipo utilizaron el Telescopio Infrarrojo de la NASA en el Observatorio de Mauna Kea, Hawaii, para analizar la superficie de 24 Temis.
Cuando midieron el espectro de luz solar infrarroja reflejada por el objeto, los científicos descubrieron que el espectro concordaba con la presencia de agua congelada y determinaron que el 24 Temis está cubierto de una capa delgada de hielo.
Además, los astrónomos encontraron material orgánico.
Cimiento de vida
"Los materiales orgánicos que detectamos parecer ser largas cadenas de moléculas complejas" afirma el profesor Emery.
"Si estos materiales cayeron con los meteoritos sobre una Tierra infecunda, quizás fueron los responsables de activar el desarrollo de la vida" agrega el científico.
Los investigadores no pensaban encontrar hielo en 24 Temis porque su superficie, dicen, es demasiado caliente para que el agua permanezca congelada durante mucho tiempo.
Pero el hallazgo implica que hay una abundancia de hielo en el interior de éste y quizás otros asteroides.
"Este hielo en los asteroides podría ser la respuesta del largo misterio de dónde surgió el agua de la Tierra" expresa el científico.
Los científicos no saben, sin embargo, cómo llegó el agua hasta los asteroides. La proximidad de 24 Temis al sol provoca que el hielo se vaporice, pero como el hielo del asteroide parece tener entre miles y millones de años éste puede reponerse regularmente.
Los investigadores creen que esta reposición se lleva a cabo cuando el hielo enterrado dentro del asteroide escapa lentamente como vapor y viaja a través de grietas en la superficie del cuerpo cuando éste choca o es golpeado por desechos espaciales.
Lo cierto, afirman los científicos, es que el descubrimiento de agua congelada en 24 Temis demuestra que el líquido es mucho más común de lo que se pensaba en la región del cinturón principal y esto puede tener importantes implicaciones en el entendimiento de cómo se formó nuestro sistema solar.
"Por lo general hemos considerado que los asteroides son cuerpos muy secos" expresa el profesor Emery.
"Ahora parece que cuando se formaron por primera vez los planetas y asteroides en el Sistema Solar primitivo, el hielo se extendió hasta la región del cinturón principal".
"Si extrapolamos esta creencia hacia sistemas planetarios que rodean a otras estrellas, podemos pensar que los cimientos de la vida -el agua y los materiales orgánicos- podrían ser mucho más comunes en las zonas habitables cercanas a cada una de las estrellas" agrega el investigador.
0 comentarios:
Publicar un comentario