Los trabajadores recuerdan que lejos de reflotar la empresa "la hundió más"
Juan A. Hipólito / Nerva | Actualizado 01.05.2010 - 05:01Los trabajadores de Naturepack, empresa del sector del plástico y ubicada en Riotinto, conocieron ayer que el propietario de Fincas Corral y ex propietario de la empresa onubense, Josep Xicola, ha sido detenido por un presunto delito de estafado a cientos de clientes y trabajadores. El presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Rúa, dijo ayer que "ya era hora de que cogieran a este pirata que lo único que quiso hacer con nosotros fue un negocio más para lucro personal", aseguró.
Para Rúa, noticias como esta deberían de servir de ejemplo para otros seudoempresarios que miran a la Cuenca Minera como buitres a sus presas. "Ojalá hicieran lo mismo con todos los que han pasado por esta comarca con la misma intención. Serviría de escarmiento y se lo pensarían dos veces antes de jugar con las ilusiones de decenas de trabajadores y sus familias", dijo.
A Xicola, que en noviembre de 2008 se hizo con la empresa ubicada en Minas de Riotinto por un precio simbólico, en busca y captura por parte de la policía desde hace meses, le atribuyen los delitos de asociación ilícita, estafa continuada e insolvencia punible.
El empresario catalán accedió a hacerse con el mantenimiento de la firma de plástico riotinteña a cambio de un mínimo porcentaje de su valor, tal y como anunciaba en su página Web, donde se vanagloriaba de comprar empresas en crisis para después reflotarlas.
Rúa recuerda que, entonces, no tuvieron opción alguna porque la empresa se encontraba en una situación insostenible tras la descapitalización realizada por parte de su principal accionista, Cajasol, y el fiasco que supuso la gestión de los nuevos propietarios, Green Inversores. Xicola logró camuflarse en un primer momento bajo el paraguas de la compañía italiana Emcorr y adquirió el compromiso de poner la fábrica en manos de los trabajadores si no era capaz de reflotarla en cuestión de meses. No logró cumplir ninguna de sus promesas.
A los tres meses, los trabajadores de Naturepack ya estaban manifestándose a las puertas de la gerencia de la empresa en Barcelona para exigir a Xicola el cumplimiento de sus compromisos, empezando por el pago de las nóminas desde que se hizo cargo de la firma. En el poco tiempo que estuvo al frente de Naturepack, en vez de reflotar la empresa, como prometió, la hundió hasta límites insospechados, descapitalizando la cartera de clientes y pedidos y abandonando a los trabajadores a su suerte. "Nos llegaron a cortar la luz y por aquí no aparecía nadie", comentó.
huelvainformación
Para Rúa, noticias como esta deberían de servir de ejemplo para otros seudoempresarios que miran a la Cuenca Minera como buitres a sus presas. "Ojalá hicieran lo mismo con todos los que han pasado por esta comarca con la misma intención. Serviría de escarmiento y se lo pensarían dos veces antes de jugar con las ilusiones de decenas de trabajadores y sus familias", dijo.
A Xicola, que en noviembre de 2008 se hizo con la empresa ubicada en Minas de Riotinto por un precio simbólico, en busca y captura por parte de la policía desde hace meses, le atribuyen los delitos de asociación ilícita, estafa continuada e insolvencia punible.
El empresario catalán accedió a hacerse con el mantenimiento de la firma de plástico riotinteña a cambio de un mínimo porcentaje de su valor, tal y como anunciaba en su página Web, donde se vanagloriaba de comprar empresas en crisis para después reflotarlas.
Rúa recuerda que, entonces, no tuvieron opción alguna porque la empresa se encontraba en una situación insostenible tras la descapitalización realizada por parte de su principal accionista, Cajasol, y el fiasco que supuso la gestión de los nuevos propietarios, Green Inversores. Xicola logró camuflarse en un primer momento bajo el paraguas de la compañía italiana Emcorr y adquirió el compromiso de poner la fábrica en manos de los trabajadores si no era capaz de reflotarla en cuestión de meses. No logró cumplir ninguna de sus promesas.
A los tres meses, los trabajadores de Naturepack ya estaban manifestándose a las puertas de la gerencia de la empresa en Barcelona para exigir a Xicola el cumplimiento de sus compromisos, empezando por el pago de las nóminas desde que se hizo cargo de la firma. En el poco tiempo que estuvo al frente de Naturepack, en vez de reflotar la empresa, como prometió, la hundió hasta límites insospechados, descapitalizando la cartera de clientes y pedidos y abandonando a los trabajadores a su suerte. "Nos llegaron a cortar la luz y por aquí no aparecía nadie", comentó.
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