La Ofensiva del Tet

domingo, 20 de junio de 2010





La guerra de Vietnam ha sido de lejos una de las más sanguinarias que el mundo ha conocido. Estados Unidos, país que al final terminó introduciéndose de lleno en el conflicto, dejó caer sobre los territorios de Vietnam del Norte, más bombas que cualquier ciudad en la segunda guerra mundial, incluyendo armas químicas y bacteriológicas, todo un escándalo para su imagen en el exterior. Ni hablar de las víctimas que acarreó todo este sanguinario conflicto. El mismo, como muchos de los que estallaron durante la Guerra Fría se debió a la causa (y a veces pretexto) de la diferencia ideológica entre capitalistas y comunistas, aunque la guerra en Vietnam tiene antecedentes más profundos desde la era colonial cuando los franceses ocupaban dichos lares. Ahora bien, en el marco de la guerra la ofensiva del Tet, fue precisamente eso, un ataque masivo a las líneas de las tropas de Vietnam del Sur y estadounidenses, que daría a Ho Chi Minh la victoria, o al menos cambiaría las cosas a su favor.

Para 1967, si bien los planes ya habían sido planteados mucho antes durante la Guerra de Indochina, los norvietnamitas pusieron sobre el escritorio nuevamente los planes de una ofensiva a gran escala, esta vez ya con la presencia del odiado enemigo norteamericano. Ho Chi Minh reunió a sus allegados en julio de 1967 en la capital de Vietnam del Norte para aquel entonces, la ciudad de Hanoi. Allí se dieron las pautas y se estableció fecha y los recursos que se necesitaría para la ofensiva. Los planes no discriminaron al FLN o al Vietcong, los guerrilleros que luchaban junto con los ejércitos del norte para ganarle la guerra al odiado enemigo que se apostaba en el sur. Era obvio que en ese momento debían trabajar en conjunto si es que quería tener éxito de verdad.
La fase inicial de la campaña: la distracción

Los norvietnamitas se encargaron de llevar a cabo toda una política de distracción, primero mediante la diplomacia que trataron de persuadir a Estados Unidos en especial, de que Vietnam del Norte quería alcanzar la paz mediante el diálogo. Si bien los aliados de Vietnam del Sur no se dejaron impresionar, tampoco surgieron grandes sospechas que desbaraten la estrategia. La CIA hizo sus investigaciones respectivas pero no consideró que los movimientos de los del norte sean suficientes como para llevar a cabo una gran ofensiva, por otra parte, hay que aceptar que no se creía posible que estos pudiesen llevar a cabo algo semejante, o siquiera que se atreviesen.

Los del norte también utilizaron ataques distractores sobre otros puntos que quitaran la atención de sus enemigos respecto del objetivo que iban a atacar verdaderamente. Arremetieron con fuerzas regulares en algunos puntos como en Loc Ninh, también se puede incluir el Sitio de Khe Sanh entre las labores de distracción, un sanguinario enfrentamiento que se prolongó por semanas y que culminó en un empate. El ataque a este punto empezó el 21 de enero de 1968 y duró hasta el 8 de abril, por lo cual las fuerzas de la coalición en el sur determinaron que éste había sido el ataque principal y que los norvietnamitas ya no estaban en situación de realizar otra ofensiva, y si era así, al menos no de grandes proporciones.

El inicio de la gran ofensiva

El 30 de enero varios soldados comunistas atacaron algunas provincias, fue un ataque modesto pero que alarmó a los aliados del sur, si bien estos se prepararon para un ataque contundente al final los comunistas se rindieron y fueron hechos prisioneros. Los estadounidenses creyeron que allí acababa todo, ni siquiera sospecharon o buscaron prevenirse de una posible ofensiva a gran escala. Caro pagarían su error. Esa misma noche, en las últimas horas del 30, y hasta el 31, 84 mil combatientes del norte atacaron en distintos puntos de los frentes por todo el país. El éxito fue inmediato pues los aliados del sur de la coalición jamás imaginaron un ataque paralelo de grandes dimensiones.

Para el 1 de febrero los comunistas estaban en Saigón, el ataque fue devastador y habían capturado la mayoría de ciudades de aquella región. A propósito el día del ataque también fue elegido meticulosamente, pues muchos de los soldados de la coalición se hallaban descansando. Mientras tanto los ataques siguieron, igual de violentos y rápidos. Emisoras de radio y hasta embajadas, fueron también blanco ofensivo en un hecho bochornoso, consternando a todo el mundo.

Inclusive la bella ciudad imperial de Hue fue tomada por los comunistas. Los atacantes no perdonaron ninguna posición, ni siquiera hospitales, el odio que llevaban por dentro se veía transmitido en cada acto de agresión contra la población. Mientras las fuerzas de la república democrática avanzaban, el Vietcong hacía su trabajo, la mayoría de ellos permanecían en las posiciones para resistir el contraataque que los aliados del sur ya deberían estar tramando, estos a propósito eran combatientes tremendamente duros y fanáticos. Si bien los survietnamitas fueron los primeros en desmoralizarse, los estadounidenses ahora veían a todos sus enemigos saliendo de sus refugios y tenían la oportunidad de aniquilarlos.

El ejército estadounidense y el ARVN (ejército de la república de Vietnam del Sur) se reorganizaron e hicieron gala de su mejor armamento, con tanques, aviones, artillería. En una gigantesca contraofensiva, ambos bando chocaron. Todas las fuerzas disponibles en aquel momento para la coalición fueron utilizadas. El choque y el fuego fueron tan tremendos que el país pareció haberse sumergido en las eras de las cavernas, poco a poco la coalición del sur fue recuperando las ciudades, una por una a costa de sanguinarios enfrentamientos donde los guerrilleros y los norvietnamitas lucharon con total determinación, no se desprendieron en ningún momento sino hasta la muerte. Especialmente los del Vietcong aguantaron heroica y fanáticamente toda esa potencia de fuego que se les vino encima; las crónicas narran que algunos miembros de este movimiento guerrillero vistiendo una prenda tradicional que les dio el apelativo de Pijamas Negros, resistían vehementemente encadenados a los árboles por lo cual no había posibilidad de escape.

La ciudad de Hue fue una de las últimas en ser conquistadas, o lo que quedó de ella, la batalla terminó oficialmente el 3 de marzo. La población civil, como siempre, fue una de las más perjudicadas. A las pocas semanas la gigantesca ofensiva del Tet estaba totalmente desbaratada. Los resultados fueron una destrucción total de los inmuebles en muchas ciudades y pueblos así como grandes bajas en ambos bandos, el empleo de armas también afectó la parte ecológica, ciudades, humanos y naturaleza fueron barridos sin ningún tipo de escrúpulo por ambos bandos. Si bien los combates se prolongaron hasta septiembre, es hasta abril cuando se puede hablar del fragor de la batalla.


Desastrosos resultados

La inteligencia demostró que el Vietcong había sido muy disminuido, aproximadamente unas 37 mil bajas, aunque se estima que pudieron ser unas 50 mil en realidad, esta última cifra según el Pentágono por lo cual debe ser tomada con pinzas, no obstante la suma fue ingente y eso es innegable. Sin embargo los guerrilleros y los norvietnamitas lograron recuperar las pérdidas, mediante un nuevo reclutamiento que luego les permitió lanzar otra ofensiva, además habían apostado medio millón de soldados y al menos algo habían conseguido en el contraataque, fue un duro golpe para ambos y demostró a la coalición que no estaban ganando la guerra.
Pero para el bando americano y sus aliados, si bien consiguieron retomar las posiciones, sufrieron también grandes pérdidas, se calcula que en total unos 28176, de los cuales 6328 fueron muertos, 20663 heridos y 1185 desaparecidos. De todas maneras era inferior al de sus adversarios y por supuesto no era nada para el millón de combatientes que se pusieron en juego por parte de los aliados del sur, por ende para los occidentales y sus aliados survietnamitas la contraofensiva olió a victoria…aunque no por mucho tiempo. Esta batalla repercutió a nivel internacional y ciertamente desprestigió aun más a los Estados Unidos por los brutales enfrentamientos que se llevaron a cabo y que el mundo no ignoró. Parecía ser que a la mayor potencia del mundo le estaba saliendo muy cara esta guerra, y su presencia en dicho país había iniciado ya la cuenta regresiva.

Escrito por: Joaquín Toledo, especialista en historia del mundo, historia antigua y con amplia experiencia en investigaciones sobre conflictos bélicos.


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