El delegado del Gobierno andaluz en Huelva apuntó ayer que la solución para los ex mineros que estos días protestan por la conclusión del Protocolo de Medidas Socioeconómico-Laborales del sector “pasa porque cada uno de estos trabajadores se incorpore de forma normal a la vida laboral”.
Así, Manuel Alfonso Jiménez aseguró que la Junta de Andalucía ha estado apoyando a este colectivo “durante muchos años y de manera extraordinaria” –de hecho, el citado protocolo se firmó en 2004 y, desde entonces, los ex mineros han gozado de una especial protección–, pero que los trabajadores que, hasta ahora, no han sido recolocados –alrededor de 70– deberán incorporarse al mercado de trabajo por la vía habitual.
Algo que estos no aceptan, tal y como demostraron ayer durante su concentración a las puertas de la Delegación de Economía, Innovación y Ciencia, donde acudieron para exigir que los planes de ayuda al desempleo y de formación se mantengan hasta que “el último trabajador sea recolocado”. Así, los ex mineros explicaron a la directora general de Innovación –la delegada, Manuela de Paz, no se encontraba– que mantendrán las movilizaciones “hasta que se nos asegure que se cumplirán los acuerdos, ya que en su momento lo que se firmó fue la recolocación de todos y cada uno de nosotros”. Al menos, eso es lo que asegura Andrés Tomás Ramos, secretario general de Minería de UGT Huelva, sindicato que ayer se unió a las movilizaciones que, hasta ahora, venían celebrando los mineros de CCOO.
Unas movilizaciones que se recrudecerán a partir de hoy, ya que a los 30 mineros que, hasta ahora, se encontraban encerrados en el edificio de la Mancomunidad de Minas de Riotinto, se le unen desde hoy otros 12 trabajadores –afiliados a UGT–. Además, y según anunciaron ayer los representantes sindicales, el resto de ex mineros se repartirá en otros dos escenarios: Tharsis y La Zarza, “donde se constituirán dos nuevas asambleas permanentes que no pensamos disolver hasta que se atiendan nuestras peticiones”.
Así, a partir de hoy –y siempre que todo se desarrolle según lo previsto–, la totalidad de los ex mineros recolocables se encontrarán encerrados en diferentes puntos de la Cuenca Minera onubense.
Una medida con la que aspiran a conseguir que, el camino que por ahora van a seguir una treintena de ellos –que, previsiblemente, se incorporarán en las próximas semanas a Matsa–, sea el que puedan disfrutar todos. “Ya sólo quedaríamos entre 35 y 40 por recolocar, pero exigimos que se nos trate como a los demás y se nos facilite la incorporación al mercado laboral y en nuestra comarca”.
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