EDITADO EN HUELVA INFORMACION
El director general de Befesa Gestión de Residuos Industriales, Santiago Ortiz, anunció ayer el cierre en tres meses de la planta de inertización de residuos industriales de Palos y el traslado de estos trabajos de conversión de desechos peligrosos en inertes y el de valorización hasta el vertedero de Nerva. La compañía negó las supuestas ilegalidades cometidas en el proceso de tratamiento de residuos que han sido llevadas a la Fiscalía por Izquierda Unida, aunque reconoció que la Inspección de Trabajo de la Junta de Andalucía y la Guardia Civil se personaron en el centro de Palos el 14 de octubre de 2010.
El departamento que hoy depende del ex alcalde de Nerva, Eduardo Muñoz, aún no ha presentado su informe y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) está a la espera de recibir esa información requerida para, junto a las declaraciones de los operarios de Befesa (todos han sido despedidos), analizar los datos y actuar en consecuencia.
Ortiz fue muy crítico con IU, formación que ha cuestionado que la empresa trate como marca la ley determinadas cargas de desechos tóxicos y peligrosos procedentes de Portugal e Italia a la vez que acusa a Befesa de cometer presuntos delitos medioambientales, de falsificación y estafa por cobrar por trabajos (inertizar residuos) no realizados.
El responsable de Befesa dijo que los libros de asiento y de registro "han sido sustraídos" y se preguntó cómo han podido llegar a manos de Izquierda Unida, partido al que acusó de hacer política con el tratamiento de residuos cada cuatro años, en época electoral. En esos escritos documentales se encuentran las entradas y salidas de camiones y cargas de Palos y su destino. Pero, a juicio de Ortiz, no son válidos; ese libro no es oficial, pues los datos se pasan a ordenador y aparecen los camiones con movimientos de residuos en un corto espacio de tiempo y con la fecha en cadencia.
En la documentación entregada por IU a la Fiscalía se concretan ciertas prácticas entre noviembre de 2008 y febrero de 2009 en lo referente a residuos portugueses y en cuanto a los italianos centra su apunte en julio de 2010. La coalición cree que los camiones portugueses nunca han llevado residuos de Palos a Nerva. Sobre los escombros contaminados de Riccoboni (Italia), IU subrayó que "en los asientos del centro de Palos del 6 de julio de 2010 se comprueba que en 50 minutos entraron 27 camiones con una frecuencia de entrada de 5 minutos". Lo que para IU es un claro signo de "presunta falsedad", para Befesa es una tergiversación de la realidad porque "tanto Nerva como Palos tienen permisos y autorizaciones para tratar los mismos residuos". "Las acusaciones de IU no tienen ningún fundamento. Befesa siempre ha actuado dentro de la más estricta legalidad y hasta ahora la Justicia ha archivado todas las denuncias presentadas por los grupos ecologistas"
Santiago Ortiz desvinculó por completo el cierre de la planta de Palos de las denuncias de los trabajadores, de la investigación de la Guardia Civil y de la visita de la Inspección de Trabajo. Para Befesa la causa del cierre es económica.
El director general reconoció que la situación era ya "delicada" en 2008 y "grave" en 2009, y "muy grave en 2010". El desplome de la producción industrial del polo químico de Huelva está relacionada con la generación y tratamiento de residuos. Al fallo de esta clientela se une el parón en la llegada de residuos de Portugal.
La planta palerma ha pasado de tratar 104.000 toneladas de residuos industriales en 2008 a 28.000 en 2010, una caída del 70% del negocio. Esto acarreó unas pérdidas de 850.000 euros en 2009 y 1.185.000 euros en 2010. Con esas cifras en el balance, afirmó Santiago Ortiz, Befesa optó por un Expediente de Regulación de Empleo, finalizado en 2009, y luego por el despido de nueve operarios en 2010. Ahora se elige la última opción, reagrupar el tratamiento de residuos en Nerva.
Santiago Ortiz recordó que antes se le ofreció a parte de la plantilla recolocarla en otros centros en España y ante "su negativa" se optó por despidos con indemnización de 45 días por año trabajado.
Según Befesa, este conflicto laboral "está en el fondo" de las denuncias formuladas por los trabajadores ante la Guardia Civil.
El director general de Befesa Gestión de Residuos Industriales, Santiago Ortiz, anunció ayer el cierre en tres meses de la planta de inertización de residuos industriales de Palos y el traslado de estos trabajos de conversión de desechos peligrosos en inertes y el de valorización hasta el vertedero de Nerva. La compañía negó las supuestas ilegalidades cometidas en el proceso de tratamiento de residuos que han sido llevadas a la Fiscalía por Izquierda Unida, aunque reconoció que la Inspección de Trabajo de la Junta de Andalucía y la Guardia Civil se personaron en el centro de Palos el 14 de octubre de 2010.
El departamento que hoy depende del ex alcalde de Nerva, Eduardo Muñoz, aún no ha presentado su informe y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) está a la espera de recibir esa información requerida para, junto a las declaraciones de los operarios de Befesa (todos han sido despedidos), analizar los datos y actuar en consecuencia.
Ortiz fue muy crítico con IU, formación que ha cuestionado que la empresa trate como marca la ley determinadas cargas de desechos tóxicos y peligrosos procedentes de Portugal e Italia a la vez que acusa a Befesa de cometer presuntos delitos medioambientales, de falsificación y estafa por cobrar por trabajos (inertizar residuos) no realizados.
El responsable de Befesa dijo que los libros de asiento y de registro "han sido sustraídos" y se preguntó cómo han podido llegar a manos de Izquierda Unida, partido al que acusó de hacer política con el tratamiento de residuos cada cuatro años, en época electoral. En esos escritos documentales se encuentran las entradas y salidas de camiones y cargas de Palos y su destino. Pero, a juicio de Ortiz, no son válidos; ese libro no es oficial, pues los datos se pasan a ordenador y aparecen los camiones con movimientos de residuos en un corto espacio de tiempo y con la fecha en cadencia.
En la documentación entregada por IU a la Fiscalía se concretan ciertas prácticas entre noviembre de 2008 y febrero de 2009 en lo referente a residuos portugueses y en cuanto a los italianos centra su apunte en julio de 2010. La coalición cree que los camiones portugueses nunca han llevado residuos de Palos a Nerva. Sobre los escombros contaminados de Riccoboni (Italia), IU subrayó que "en los asientos del centro de Palos del 6 de julio de 2010 se comprueba que en 50 minutos entraron 27 camiones con una frecuencia de entrada de 5 minutos". Lo que para IU es un claro signo de "presunta falsedad", para Befesa es una tergiversación de la realidad porque "tanto Nerva como Palos tienen permisos y autorizaciones para tratar los mismos residuos". "Las acusaciones de IU no tienen ningún fundamento. Befesa siempre ha actuado dentro de la más estricta legalidad y hasta ahora la Justicia ha archivado todas las denuncias presentadas por los grupos ecologistas"
Santiago Ortiz desvinculó por completo el cierre de la planta de Palos de las denuncias de los trabajadores, de la investigación de la Guardia Civil y de la visita de la Inspección de Trabajo. Para Befesa la causa del cierre es económica.
El director general reconoció que la situación era ya "delicada" en 2008 y "grave" en 2009, y "muy grave en 2010". El desplome de la producción industrial del polo químico de Huelva está relacionada con la generación y tratamiento de residuos. Al fallo de esta clientela se une el parón en la llegada de residuos de Portugal.
La planta palerma ha pasado de tratar 104.000 toneladas de residuos industriales en 2008 a 28.000 en 2010, una caída del 70% del negocio. Esto acarreó unas pérdidas de 850.000 euros en 2009 y 1.185.000 euros en 2010. Con esas cifras en el balance, afirmó Santiago Ortiz, Befesa optó por un Expediente de Regulación de Empleo, finalizado en 2009, y luego por el despido de nueve operarios en 2010. Ahora se elige la última opción, reagrupar el tratamiento de residuos en Nerva.
Santiago Ortiz recordó que antes se le ofreció a parte de la plantilla recolocarla en otros centros en España y ante "su negativa" se optó por despidos con indemnización de 45 días por año trabajado.
Según Befesa, este conflicto laboral "está en el fondo" de las denuncias formuladas por los trabajadores ante la Guardia Civil.
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