Los gobiernos de Almonte, Riotinto y Gibraleón quitan el sueño al PSOE

martes, 31 de mayo de 2011

EDITADO EN HUELVA INFORMACION
Izquierda Unida tiene en sus manos la llave de una quincena de ayuntamientos, para los que las directrices son dos: los pactos se negociarán municipio a municipio y no se facilitarán gobiernos del PP. Ese fue el marco aprobado por la Comisión Ejecutiva Andaluza de IU y ratificado por el Consejo Provincial, según el cual se plantean varios escenarios para los concejales de IU: optar a la Alcaldía cuando sean la lista más votada, dejar pasar a la candidatura con más apoyos (siempre que no sean del PP), votar a otro partido (excluyendo de nuevo a los populares) o llegar a acuerdos de gobierno y cogobierno.

El límite establecido es el apoyo al PP; "ni por activa ni por pasiva", según han reiterado en los últimos días los líderes de la coalición. "Con el PP, ni agua", insistía ayer el coordinador provincial de IU, Pedro Jiménez. Es decir, que en la práctica se reeditaría el pacto de progreso al obligar a las asambleas locales a votar en contra del PP para evitar que logre la Alcaldía.

Sin embargo, la formación sabe que ese precepto hace aguas en algunas localidades de la geografía onubense.

Riotinto o Gibraleón, donde el PP ha sido la lista más votada, o Almonte, donde el acuerdo entre las agrupaciones locales de PSOE e IU parece difícil son puntos calientes en la política de pactos.

Frente a estas circunstancias, Pedro Jiménez advierte: "Que no se piense el PSOE que los pactos van a ser gratis, porque una cosa es lo que hemos acordado y otra lo que resulte". Las políticas por delante, afirma Jiménez, aunque ni siquiera el programa, programa, programa parece suficiente para salvar determinadas distancias.

Por eso, dentro de la propia coalición reconocen que quizás tengan que hacer una excepción en la norma para determinados municipios y permitir el paso del PP como la candidatura con más apoyos, y de hecho el propio acuerdo de la Ejecutiva Andaluza recoge la posibilidad de excepciones que estén "justificadas" y "ratificadas por los órganos correspondientes".

En la casa del Conquero, el secretario general del PSOE de Huelva, Mario Jiménez, esperaba ayer que esas excepciones no se produjeran y se den "alianzas extrañas".

El socialista aseguró que su partido aspira a gobernar "en todas las alcaldías donde ha ganado las elecciones y vamos a ratificar nuestro compromiso de buscar apoyos de progreso para garantizar gobiernos de progreso". Así, señaló que se favorecerán gobiernos de izquierdas en los municipios donde el PSOE no ha sido la lista más votada, considerando que la apuesta de IU es por "gobiernos de progreso".

En el caso concreto de Almonte, el coordinador provincial de IU aseguraba ayer que "tenemos que abordar la decisión de la asamblea local de IU. Vamos a intentar que los compañeros debatan sus argumentos con la dirección del partido". Y es que muchos son los que piden un cambio de color municipal en la capital de Doñana.

Los daños colaterales de las Municipales 2011 no solo se resumen en los temores que tiene el PSOE en perder consistorios como Almonte, Gibraleón, Isla Cristina, Cartaya, Nerva o Riotinto.

A estos miedos hay que añadir Giahsa y MAS, que dependen de los pactos en 31 municipios de aquí al próximo 11 de junio. Y también un rosario de mancomunidades donde el PSOE era hegemónico y a lo que el partido de Mario Jiménez dio en llamar "el músculo". Eso se ha tornado en flacidez orgánica, fácilmente detectable tras la pérdida de la mayoría absoluta en la Diputación y la cáida sin air-bag en el Partido Judicial de Huelva, de donde procede la candidata de facto a presidir la Diputación, Petronila Guerrero.

Las mancomunidades Andévalo Minero, Beturia, Campiña, Cuenca Minera, Condado de Huelva, Ribera del Huelva, Sierra Minera o Sierra Occidental están en el aire. Su formación también depende de los pactos que alumbren los nuevos ayuntamientos.

Varias decenas de liberados (cobran pero no trabajan para quien le paga) y cargos de confianza están en juego, lo que tiene en ascuas a la secretaría de Organización del PSOE. Lo que está claro es que muchos se quedarán fuera. Un ejemplo: la Mancomunidad de Municipios Cuenca Minera destinó durante cuatro años 56.500 euros anuales a mantener tres liberados parciales.

Por no hablar de las listas electorales para los comicios andaluces y autonómicos del próximo año. Habrá codazos. Según las encuestas, no están seguros ni el tercer escaño al Congreso de los Diputados ni el sexto al Parlamento regional. Otro tiempo se avecina, también aquí.

La dirección provincial socialista ha dilapidado una ventaja de más de 30.000 votos con el Partido Popular y la Presidencia de la Diputación, en un mandato, una cómoda herencia de 15 diputados. Y eso teniendo en cuenta que se ha demostrado que Pedro Rodríguez no está, ni por asomo, en su mejor momento.

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