EDITADO EN HUELVA INFORMACION
Un mes después de que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil constatara el vertido de aguas posiblemente contaminadas desde el depósito de seguridad de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva al cauce del Río Tinto, se dan los primeros pasos en la vía judicial. En paralelo a los movimientos que se han venido produciendo desde el ámbito político, que han pasado por la Junta andaluza hasta llegar a la UE en los últimos días, los informes de los expertos de la Guardia Civil fueron puestos en manos del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Valverde del Camino en forma de denuncia contra el vertedero.
A la vista de la información aportada por el Seprona, el juzgado no ha tenido duda alguna en iniciar una investigación en la que, pese a estar en fase muy primaria, ya se han practicado las primeras diligencias. Según ha podido confirmar este diario por fuentes judiciales, el instructor ha imputado al director de la empresa por un delito contra el medio ambiente y está a la espera de recibir los resultados de las analíticas de las muestras de agua tomadas en la zona -que detallarán su composición y toxicidad- para reorientar el proceso y ordenar, en su caso, que se lleven a cabo nuevas actuaciones.
El responsable de la empresa ya ha dado cuenta de los hechos que ocurrieron en el complejo nervense la pasada Semana Santa. Hace sólo dos días, el directivo comparecía en los juzgados de Valverde -en calidad de imputado- para exponer los hechos y responder a la preguntas del instructor.
Aunque de momento no ha trascendido el contenido de esta primera declaración judicial, se conoce la versión oficial de la empresa Befesa Gestión de Residuos Industriales, que mantiene que las evacuaciones realizadas al río Tinto "no pueden ser tóxicas, ya que en ningún momento entran en contacto con los residuos, pues se trata de aguas de lluvia" y sostiene que cada vez que se ha realizado una evacuación al río "verifica que las aguas están limpias" en tanto se someten a análisis en el laboratorio del centro.
Desde que saltó el posible episodio de contaminación protagonizado por el depósito de seguridad, Befesa se ha mostrado segura de que los resultados del análisis demostrarán que no se ha producido ninguna contaminación por tratarse -ha insistido en todo momento- de aguas de lluvia. Hasta la fecha, llegó a afirmar, "todos los análisis realizados en los últimos trece años por las administraciones competentes han dado resultado negativo".
La empresa ha recordado además estos días las inversiones que ha llevado a cabo en los últimos años para mejorar el procedimiento de recogida de aguas y evitar posibles mezclas, asegurando que la Justicia ha archivado todas las denuncias que se han presentado contra el complejo de Nerva. Agregó que las instalaciones se someten a estrictos controles por parte de las administraciones competentes.
El Servicio de Protección de la Naturaleza del Instituto Armado levantó acta de infracción a Befesa por evacuar presuntamente agua contaminada procedente del canal perimetral del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva al dominio público hidráulico. Según la información que facilitó en su momento, un operario conectó el canal del vertedero con el cauce fluvial a través de una tubería o goma gruesa desmontable para proceder a la operación. A la espera de que avance la investigación, se desconoce cuántos metros cúbicos de lixiviados han ido a parar a las aguas del Tinto y qué tipo de contaminantes han podido ir a parar al cauce del río.
Hay una segunda causa abierta, a raíz de la denuncia por supuestas malas prácticas en el centro de Palos presentada por Izquierda Unida ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Huelva, a la que trasladó un amplio dossier para que el Ministerio Público investigue si se ha producido algún tipo de delito.
Además, existe un informe de la Inspección Provincial del Ministerio de Trabajo sobre la planta palerma.
Según afirma la Inspección de Trabajo, "se han comprobado las deficientes condiciones de almacenamiento de residuos químicos peligrosos en el centro de trabajo". Por este motivo, Trabajo llegó también a levantar un acta de infracción a la empresa por existir riesgo de incendio e inadecuado mantenimiento del lugar de trabajo, hechos que se pueden traducir en una sanción grave en su grado máximo.
El informe también ponía de manifiesto la falta de evaluación del riesgo que entraña la presencia de residuos químicos peligrosos en las instalaciones, un supuesto que supondría una sanción grave en su grado máximo.
A la vista de la información aportada por el Seprona, el juzgado no ha tenido duda alguna en iniciar una investigación en la que, pese a estar en fase muy primaria, ya se han practicado las primeras diligencias. Según ha podido confirmar este diario por fuentes judiciales, el instructor ha imputado al director de la empresa por un delito contra el medio ambiente y está a la espera de recibir los resultados de las analíticas de las muestras de agua tomadas en la zona -que detallarán su composición y toxicidad- para reorientar el proceso y ordenar, en su caso, que se lleven a cabo nuevas actuaciones.
El responsable de la empresa ya ha dado cuenta de los hechos que ocurrieron en el complejo nervense la pasada Semana Santa. Hace sólo dos días, el directivo comparecía en los juzgados de Valverde -en calidad de imputado- para exponer los hechos y responder a la preguntas del instructor.
Aunque de momento no ha trascendido el contenido de esta primera declaración judicial, se conoce la versión oficial de la empresa Befesa Gestión de Residuos Industriales, que mantiene que las evacuaciones realizadas al río Tinto "no pueden ser tóxicas, ya que en ningún momento entran en contacto con los residuos, pues se trata de aguas de lluvia" y sostiene que cada vez que se ha realizado una evacuación al río "verifica que las aguas están limpias" en tanto se someten a análisis en el laboratorio del centro.
Desde que saltó el posible episodio de contaminación protagonizado por el depósito de seguridad, Befesa se ha mostrado segura de que los resultados del análisis demostrarán que no se ha producido ninguna contaminación por tratarse -ha insistido en todo momento- de aguas de lluvia. Hasta la fecha, llegó a afirmar, "todos los análisis realizados en los últimos trece años por las administraciones competentes han dado resultado negativo".
La empresa ha recordado además estos días las inversiones que ha llevado a cabo en los últimos años para mejorar el procedimiento de recogida de aguas y evitar posibles mezclas, asegurando que la Justicia ha archivado todas las denuncias que se han presentado contra el complejo de Nerva. Agregó que las instalaciones se someten a estrictos controles por parte de las administraciones competentes.
El Servicio de Protección de la Naturaleza del Instituto Armado levantó acta de infracción a Befesa por evacuar presuntamente agua contaminada procedente del canal perimetral del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva al dominio público hidráulico. Según la información que facilitó en su momento, un operario conectó el canal del vertedero con el cauce fluvial a través de una tubería o goma gruesa desmontable para proceder a la operación. A la espera de que avance la investigación, se desconoce cuántos metros cúbicos de lixiviados han ido a parar a las aguas del Tinto y qué tipo de contaminantes han podido ir a parar al cauce del río.
Hay una segunda causa abierta, a raíz de la denuncia por supuestas malas prácticas en el centro de Palos presentada por Izquierda Unida ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Huelva, a la que trasladó un amplio dossier para que el Ministerio Público investigue si se ha producido algún tipo de delito.
Además, existe un informe de la Inspección Provincial del Ministerio de Trabajo sobre la planta palerma.
Según afirma la Inspección de Trabajo, "se han comprobado las deficientes condiciones de almacenamiento de residuos químicos peligrosos en el centro de trabajo". Por este motivo, Trabajo llegó también a levantar un acta de infracción a la empresa por existir riesgo de incendio e inadecuado mantenimiento del lugar de trabajo, hechos que se pueden traducir en una sanción grave en su grado máximo.
El informe también ponía de manifiesto la falta de evaluación del riesgo que entraña la presencia de residuos químicos peligrosos en las instalaciones, un supuesto que supondría una sanción grave en su grado máximo.
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