La Unidad CSIC-Universidad de Huelva concluye que ni las emisiones mineras ni la planta de tóxicos y peligrosos influyen en la calidad del aire · El estudio fue presentado a la Comisión de Seguimiento
Juan A. Hipólito / Nerva | Actualizado 07.05.2010 - 07:20
El alcalde de Nerva, Domingo Domínguez, junto al profesor De la Rosa. A la derecha, un vaso del vertedero nervense.
Un camión descarga su contenido en la planta mientras se eleva una nube de polvo al aire.
Los primeros resultados del estudio sobre la calidad del aire en la Cuenca Minera que la Universidad de Huelva (UHU) se encuentra desarrollando desde hace un año muestran que los niveles y composiciones químicas de los elementos analizados se encuentran entre los valores normales descritos en otras estaciones de muestreo de ámbito rural de España y de la provincia de Huelva, como Doñana o el Andévalo. Así lo confirmó ayer ante los miembros de la Comisión de Seguimiento del Vertedero de Residuos Tóxicos y Peligrosos de Nerva el investigador principal del trabajo de campo, el profesor de la UHU y responsable de la Unidad Asociada CSIC-Universidad de Huelva, Contaminación de Huelva, Jesús de la Rosa.
El profesor aprovechó la ocasión para enviar un mensaje tranquilizador a los vecinos de la zona tras años de polémicas, dudas sanitarias y desconfianza después de una década de funcionamiento del complejo medioambiental que gestiona la empresa Befesa.
Los resultados resumen un año de muestreo y análisis de un centenar de muestras de filtros diarias obtenidas a través de captadores de alto volumen y analizadas mediante diversas técnicas instrumentales, consiguiendo el análisis de 65 elementos y compuestos inorgánicos. También se presentaron los datos sobre meteorología, dirección del viento y orígenes de masas de aire con objeto de conocer la contribución de partículas llegadas al municipio desde largas distancias. Las mayores concentraciones de partículas ocurren durante eventos de intrusión de masas de aire norteafricanas, las cuales suceden en un 25% de días.
El informe describe con detalle toda la información obtenida de los muestreos realizados en los que ha colaborado personal investigador y técnico del Centro de Investigación en Química Sostenible (CIQSO) y el Laboratorio de Investigación y Control Agroalimentario (Licah-Ciderta), ambos de la Universidad de Huelva, y el Ayuntamiento de Nerva.
Los valores mayoritarios analizados se corresponden con parámetros de normalidad.
Los trabajos de esta investigación arrancaron en marzo de 2009 y se prolongarán durante los dos próximos años.
Para la evaluación se situaron cuatro captadores de partículas en suspensión en distintas áreas de la Cuenca Minera entre las que destacan el núcleo urbano de Nerva y el Centro de Transportes ubicado en los aledaños del vertedero de residuos.
Esta no es la primera vez, ni seguramente será la última, en la que la localidad minera se someta a un estudio sobre la calidad del medio ambiente, siempre insuficientes a juicio del portavoz de Ecologistas en Acción en Huelva, Juan Romero, que demanda un estudio epidemiológico global que analice en profundidad la calidad del agua, aire y suelo de la zona.
Nerva fue objeto, hace cinco años, de numerosos estudios epidemiológicos y medioambientales por parte de la Administración regional y técnicos independientes pero, seguramente, ninguno de ellos tan exhaustivo y prolongado en el tiempo como el que desarrolla la UHU desde hace un año. Entonces, fue el Grupo Tar Innova, de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sevilla, catalogado como grupo investigador en el Plan Andaluz de Investigación con el RNM 159 y liderado por el profesor Julián Lebrato, el que trabajó sobre tres líneas de actuación: agua, aire y suelo, aconsejó combatir la circulación del hierro minero en suspensión a través de la atmósfera.
Tras meses de trabajo, el equipo de técnicos independiente marcó las directrices a seguir para lograr una Nerva más saludable.
Entre las acciones a desarrollar destacaba la reforestación de la zona en aquellos lugares donde realmente se hacía necesario, la mejora en la red de abastecimiento de agua potable y la creación de un servicio central que controlara la calidad medioambiental del municipio. Un lustro después, los vecinos aún esperan que se hagan realidad aquellos consejos que garantizaban una Nerva más saludable.
huelvainformación
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