El gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) no vaga sin rumbo por los océanos esperando encontrar su próxima presa.
La especie más grande de tiburón identifica primero una ubicación desde la cual podrá lanzarse al ataque y después busca una zona adyacente para matar a su próxima víctima.
Esta estrategia, dice una nueva investigación, revela que los tiburones tienen un métido premeditado de caza muy similar al que usan algunos asesinos seriales humanos.
Los científicos llevaron a cabo el descubrimiento tras observar cientos de ataques de tiburones blancos contra lobos marinos cerca de la costa de Sudáfrica.
Pocos estudios
A pesar de la reputación que tienen muchos tiburones de ser cazadores muy eficientes, pocos estudios han examinado si estos animales siguen un patrón en su estrategia para conseguir alimento.
Fue por eso que los expertos en tiburones Neil Hammerschlag, de la Universidad de Miami en Estados Unidos, y Alden Martin, de la Universidad de Columbia en Canadá, decidieron estudiar los hábitos de depredación del gran tiburón blanco.
Todo parece indicar que el tiburón blanco, igual que otros depredadores, refina sus patrones de búsqueda con la experiencia
El estudio fue llevado a cabo en la Isla de las Focas, en False Bay, donde suelen cazar los tiburones blancos ya que allí viven unos 64.000 lobos marinos.
Durante el invierno de 2004, los investigadores observaron 340 ataques de tiburones blancos contra los lobos marinos en un radio de 2 kilómetros en la isla.
Después de cada ataque, los científicos registraron la ubicación geográfica precisa y la profundidad del agua así como si el ataque tuvo éxito o no.
Para ayudar a analizar el patrón de ataque de los tiburones, Hammerschlag y Martin pidieron ayuda al doctor Kim Rossmo, experto de justicia criminal basada en el Centro de Inteligenica e Investigación Geoespacial de la Universidad Estatal del Estado de Texas.
Rossmo se especializa en los perfiles geográficos de los actos criminales, incluidos los que llevan a cabo terroristas y asesinos en serie.
Punto de anclaje
Por ejemplo, utilizando la ubicación de una serie de crímenes vinculados, como asesinato e incendio, es posible predecir la ubicación del "punto de anclaje" del criminal (el lugar donde lleva a cabo el ataque), que a menudo es una casa o el lugar de trabajo.
Aplicando estas técnicas analíticas los investigadores establecieron que el gran tiburón blanco también sigue una estrategia de caza similar.
Los tiburones más grandes y más dominantes suelen elegir un punto de anclaje particular y buscan a su próxima víctima cerca de ese lugar.
La mayoría de los tiburones grandes por lo general regresan a un punto ubicado a unos 100 metros al sur del sitio principal donde las focas tocan tierra en la isla.
El punto de anclaje en sí mismo no es el mejor sitio en el que el tiburón tendrá la mayor posibilidad de interceptar a la foca.
Este lugar le ofrece un equilibrio óptimo entre el momento de detección de la presa y el momento de captura.
Los tiburones más pequeños parecen evitar la competición con los más grandes porque amplian su estrategia de búsqueda, dicen los autores.
Pero también tienden a ser menos exitosos, lo que sugiere que estos animales aprender con la experiencia a conocer los mejores lugares de caza.
"Todo parece indicar que el tiburón blanco, igual que otros depredadores, refina sus patrones de búsqueda con la experiencia", escriben los ayutores en Journal of Zoology (Revista de Zoología).
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